Los consistorios de Cáceres y Mérida se han sumado a a la conmemoración del Día mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez a través de diversas iniciativas.
En la conmemoración de 2020 la ONU eligió como tema central la ‘Protección de las personas mayores durante el Covid-19 y más allá’. Este año perdura la vulnerabilidad de las personas mayores ante la enfermedad, con un alto riesgo de mortalidad.
Por otra parte, la situación actual provoca que aumenten los niveles de pobreza y discriminación hacia las personas de la tercera edad en lo concerniente a la atención y asistencia médica, así como al acceso a los servicios de salud esenciales, especialmente en países en desarrollo. Además, muchas personas mayores de 70 años no tienen acceso a un sistema de pensiones y de jubilaciones ni otros ingresos que les permita disponer de una mejor calidad de vida.
En el caso de la capital autonómica la fachada del Ayuntamiento, la fuente de la Plaza de España, la muralla de la Plaza de las Méridas del Mundo y el puente romano se han iluminado en color verde.
Además, el Ayuntamiento colabora con la Confederación Estatal de Mayores Activos “para concienciar a la ciudadanía de que el maltrato hacia las personas mayores es una realidad social oculta, porque no se habla de ello y la ocultan los propios afectados, porque no es fácil alzar la voz cuando la persona que maltrata es la misma que cuida”, según ha explicado la delegada de Mayores, Catalina Alarcón.
En el caso de Cáceres el Instituto Municipal de Asuntos Sociales ha llevado a cabo una campaña de sensibilización contra el maltrato y hacia el buen trato a las personas mayores, en el marco del Plan de Actuación con Personas Mayores y en colaboración con la Confederación Estatal de Mayores Activos.
“Nos sumamos a esta campaña de sensibilización social aun sabiendo que hablar de maltrato en la vejez despierta sensibilidades, pero es necesario hacerlo porque sólo desde el reconocimiento de su existencia podremos avanzar hacia la verdadera meta, que es el buen trato”, ha detallado la concejala de Asuntos Sociales, María José Pulido.
“La probabilidad de sufrir abuso y maltrato aumenta en situaciones de vulnerabilidad, y en la medida en que la persona deja el control de su vida en manos de quienes le rodean”, ha añadido.
“Por desgracia, tanto en el entorno familiar como en el institucional pueden surgir situaciones en las que cuanto más mayor se es, menos se cuenta a la hora de opinar, aunque las capacidades cognitivas se mantengan intactas”, ha concluido.
