Logo revista Grada
Buscar

Cuentos, cuentillos y algún que otro chascarrillo (I). José Luis Rodríguez Plasencia

Cuentos, cuentillos y algún que otro chascarrillo (I). José Luis Rodríguez Plasencia
El motín de los gatos. Nueva Tribuna. Imagen: Cuaderno de Pitágoras

En esta vida existen numerosas ocasiones o momentos jocosos, así como infinidad de figuraciones que no dejan de tener su gracia y que llegan a nosotros tanto de forma oral como escrita.

Desde que mi afición por la lectura se hizo patente empecé a sentir atracción hacia el origen de palabras o dichos en apariencia sorprendentes o divertidos, o por anotar aquellas pequeñas historietas que leía o escuchaba y que por un motivo u otro despertaban mi curiosidad.

Producto de parte de esas averiguaciones es el trabajo que ahora ofrezco a los lectores de esta revista. Espero que despierten en ellos la misma curiosidad que avivaron en mí en su momento.

Cofradía Marraja
Según nuestro Diccionario, figuradamente ‘marrajo’ hace referencia a la persona astuta, cauta, taimada o de mala intención. Pero también se aplica al toro o al buey malicioso que solo arremete a golpe seguro y a un tiburón que abunda en el Mediterráneo, conocido igualmente como buey de mar o tintorera.

Y en algunas partes de Extremadura a esa especie de lagarto o tritón propio de las charchas, nombre que no solo sonaba mal al oído, sino que también despertaba cierto repelús el verlo.

De ahí que sorprenda que en Murcia exista una cofradía de Semana Santa conocida popularmente como ‘de los marrajos’, nombre que corresponde, según la tradición local, a que el gremio de los pescadores destinaba a los gastos procesionales del Viernes Santo con Jesús Nazareno los fondos de las capturas de marrajos que lograban a lo largo del año. El origen de la Cofradía se remonta al siglo XVI.

Chiringuito
Con este nombre se conoce al quiosco o puesto dedicado principalmente a la venta de alimentos y bebidas. En México se le conoce como changarrito.

Según se cuenta, el término lo introdujeron en España los indianos que venían de Cuba, pues cuando querían un café, decían “Ponme un chiringuito”. En las plantaciones de caña, los negros metían el café en una media y luego la apretaban para que saliera un chorrito. Al chorro le decían chiringo, y de ahí chiringuito, un chorrito de café. El nombre hizo gracia, y por extensión se empezó a llamar así al local donde servían café.

Grifo
Ese mecanismo provisto de una llave que sirve para abrir o cerrar el paso de un líquido, que conocemos como grifo, debe su nombre a un animal mitológico cuya parte frontal decían que era la de un águila gigante y la posterior de un león.

El paso de animal imaginario a pieza de fontanería se debió a que en la antigüedad se empleaba la figura de este personaje mitológico para adornar las bocas de salidas del agua de las fuentes.

Salsa
No todos los aficionados a los bailes modernos saben que la salsa es un conjunto de ritmos afro-caribeños fundidos o fusionados con jazz u otros estilos, y aunque su origen ha sido muy discutido se tiene por cierto que ese baile surgió de la fusión que hicieron los negros del Caribe con la música europea que ellos escuchaban con el ritmo que les proporcionaban sus tabores.

Los primeros pasos de este nuevo baile se dieron en el Casino Deportivo de La Habana, de ahí que el que más tarde se conoció como ‘estilo cubano’ pasase a ser la forma original de bailar salsa. Pero el nombre no es de origen cubano, sino venezolano. Por aquella época en una cadena de radio de Venezuela se emitía un programa patrocinado por una salsa de tomate kétchup llamada Pampero, que se emitía habitualmente con ese tipo de música de fondo.

El motín de los gatos
También es conocido como motín de Oropesa, hace referencia al tumulto que tuvo lugar en Madrid el 28 de abril de 1699, motivado por la carestía de alimentos, sobre todo de pan, en la época del año en que justamente el trigo era más caro, antes de la cosecha, y cuando se estaban agotando las reservas del año anterior.

Los disturbios fueron promovidos por los nobles partidarios de la candidatura francesa a la sucesión de la corona española, entre los que se encontraba el cardenal Portocarrero, contrarios a los partidarios de la sucesión austríaca, apoyados por la reina Mariana de Neoburgo, segunda esposa del rey, debido a los debates sobre el cambiante testamento del rey Carlos II, apodado el Hechizado, tanto por ser incapaz de gobernar por sí mismo como de tener descendencia.

Aprovechando el malestar popular causado por la mala cosecha del año anterior los partidarios de la causa francesa lanzaron a las clases populares contra los partidarios austriacos. Iniciado el motín por la mañana, las gentes acusaron al corregidor de la ciudad del mal abastecimiento y se dirigieron más tarde al Palacio Real, donde exigieron la destitución de aquel y acusaron al conde de Oropesa de acaparador de trigo.

Para calmar la agitación, la corte nombró un nuevo corregidor, claro partidario de la causa francesa, quien de nuevo excitó los ánimos populares contra sus enemigos. Los amotinados saquearon la residencia de Oropesa y del almirante, obligándoles a buscar refugio en casa del Gran Inquisidor.

Hábilmente el cardenal Portocarrero hizo saber a la Corte que el único medio de aplacar la revuelta era decretar la destitución del almirante y de Oropesa, que fueron exonerados de sus cargos y desterrados, junto a otros partidarios de la reina. Este hecho señaló el triunfo de las pretensiones francesas sobre la sucesión de Carlos II, que a su muerte fue sustituido en el trono español con Felipe de Anjou, que reinó como Felipe V.

¿Por qué se llamó a este motín ‘de los gatos’? A los madrileños se les conoce con el nombre de ‘gatos’. En 852 Muhammad I, hijo de Abderramán II, hizo construir una fortaleza amurallada en un promontorio junto al río Manzanares, fortaleza que recibió el nombre de Mayritpor por los árabes y Magerit por los cristianos.

Muchos fueron los intentos por conquistarla, conquista que no llegó hasta que las tropas del rey Alfonso VI se acercan a la muralla con la intención de sorprender a sus moradores cuando de repente, uno de los soldados, separándose de los demás, comenzó a trepar por la muralla hincando la daga en las junturas de las piedras. Subió tan ágilmente que los que le contemplaban dijeron que parecía un gato. Cuando comenzó la lucha este hombre ya había llegado arriba, se dirigió corriendo al torreón de la fortaleza y cambió la bandera mora por la enseña cristiana.

Sacar de sus casillas
Esta locución coloquial se compone del verbo transitivo sacar, del germano ‘sakan’, pleitear, en este caso con el significado de poner una cosa fuera del lugar donde estaba metida u oculta, y ‘casilla’, sustantivo femenino diminutivo de casa, que recoge entre sus diversos significados el de escaque, casilla cuadrada de un tablero de ajedrez o damas.

La locución verbal coloquial ‘sacar de sus casillas a alguien’ no solo es alterar su método de vida, sino también hacerle perder la paciencia, que salga de sí y se comporte de forma anormal para él.

Cabe señalarse que la locución se dijo como alusión a algún juego de mesa (ajedrez, damas u otro similar) en el que un jugador que llega con su ficha a una casilla ocupada por la de otro jugador puede echarla fuera, la retira de su casa o casilla.

Por otra parte, ‘salir’, o ‘salirse alguien de sus casillas’ es otra locución coloquial que significa excederse, especialmente por ira u otra pasión.

ENTRADAS RELACIONADAS

El romance es un poema generalmente narrativo, característico de las tradiciones oral y literaria española principalmente, como puede comprobarse por...
Los sueños de la memoria también pesan El motín de los gatos O motín de Oropesa. Fue un disturbio que...
Mi memoria hay noches que fantasea entre ensoñaciones sin sentido Los Beatos de Cabrilla Me contaron en Cádiz (en El...
Anoche escuché de nuevo el ronroneo de los recuerdos de la memoria Por si no lo sabía usted… … al...
Aparte de noticias más o menos interesantes y de artículos más o menos profundos, escritos por sesudos profesionales o colaboradores...
Soñar no cuesta dinero, tampoco revisar nuestra memoria. Excomunión En la Edad Media, el clero, además de un fuerte poder...

LO MÁS LEÍDO