Mi memoria hay noches que fantasea entre ensoñaciones sin sentido
Los Beatos de Cabrilla
Me contaron en Cádiz (en El Bosque, por más señas), que en el siglo XVII hubo en la provincia de Málaga unos salteadores de caminos muy equitativos y escrupulosos. Por su vestimenta parecían gente honrada, pero lo curioso era que únicamente robaban al viajero que asaltaban la mitad del dinero que llevaba encima, y no le hacían daño.
Quien me lo contó me dijo que en cierta ocasión dieron el alto a un labrador que, por pobre, únicamente llevaba 15 reales, de suerte que a los Beatos le tocaban siete reales y medio en el reparto, pero no teniendo cómo partir el real, el labrador insistía en que ellos se quedaran con ocho de los reales, que él se conformaba con los siete restantes, a lo que los Beatos se oponían rotundamente. Lo que no supo decirme mi amigo bosqueño fue cómo solucionaron el problema.
Por cierto, a estos salteadores los apodaban ‘de Cabrilla’, por la formación montañosa de ese nombre en el centro-oeste de la provincia mencionada donde se recogían.
No tiene más que una calle
En España hay algunos pueblos que únicamente tenían una calle. Entre ellas está la badajocense Acedera, según la jota de la también badajocense Orellana:
Orellana está en un cerro,
Orellanita en un valle
y la pobre de Acedera
no tiene más que una calle.
Otro pueblo extremeño, este en Cáceres, con una sola calle era Cañamero:
Castilblanco está en un cerro,
Guadalupe está en un valle
y el pobre de Cañamero
no tiene más que una calle.
E igualmente Villarreal de San Carlos, en el parque nacional de Monfragüe.
A Pedrera, localidad sevillana, también se le atribuye una sola calle según recoge el refranero malagueño:
Antequera está en un hoyo
y Mollina, entre olivares
y la triste de Pedrera
no tiene más que una calle.
Robledo es una localidad sanabresa perteneciente al municipio de Puebla de Sanabria, en la provincia de Zamora, de la que también dicen que solo tiene una calle. Sin embargo, es allí donde se encuentra la fragua más grande de toda la comarca.
En cada casa un ladrón
Son numerosas las localidades españolas a las que se les achacaba de ladrones, dichos que ciertamente carecían de fundamento, ya que, al parecer, únicamente pretendían darles mala fama, como sucedía con las mujeres que bailaban bien, aprovechando la asonancia del nombre de la localidad terminada en ‘ón’ con el sustantivo ladrón. Así, en la provincia de Guadalajara, se aplicaba el dicho a las siguientes localidades:
En Atanzón, en cada casa un ladrón, y en la del alguacil hasta el candil
En Sayatón, en cada casa un ladrón; en casa del alcalde, los hijos y el padre, y en casa del alguacil, hasta el candil
En Chillarón (del Rey), en cada casa un ladrón; en casa del alcalde, el hijo y el padre; en casa del alguacil, hasta el candil
En la provincia de Valladolid decían lo mismo de Villalón del Campo: En Villalón, en cada casa un ladrón; en casa del alcalde, el hijo y el padre, y en casa del alguacil, lo es hasta el candil
En Malagón, Alagón y Magallón (Ciudad Real), en cada casa un ladrón; en casa del alcalde, el hijo y el padre, al igual que en Saldón, Teruel. Aunque los de Malagón para quitarse la mala fama, que se deduce del modo de juzgarlos los de los pueblos de alrededor, explican esta frase, diciendo que durante la Guerra de la Independencia se alojó en Malagón una partida que se presentó como tropa francesa, y que, al retirarse al día siguiente, resultó de ladrones, de los cuales cada vecino alojó uno y dos el alcalde, y de aquí el dicho mal entendido por los maliciosos.
Y si se hace referencia la segoviana Adrada de Pirón aumentan el número de ladrones:
Provincia de Adrada de Pirón, en cada casa un ladrón, menos en casa del alcalde, que lo son el hijo y el padre; En casa del regidor, que lo es hasta el asador; En casa del alguacil, que lo es hasta el candil, y en casa del señor cura, que lo es hasta la mula
Aunque el número de ladrones se reducía solo a los vecinos con “en cada casa un ladrón” en Bohabón (Valladolid), Ayllón (Segovia) y Llanos de Somerón (Oviedo).
En Extremadura, los naturales del cacereño Cadalso no parecían gozar de buena fama en los pueblos vecinos. De ellos decían: En cada casa un falso, y en cada rincón un ladrón
Dos… tres cosas tiene…
Con referencia a pueblos.
Dos cosas hay en Calanda (Teruel) que son dignas de admirar: la pierna de Pellícer (1) y la Virgen del Pilar
Tres cosas tiene Aragón que no se olvidan jamás: el guitarrico, la jota y la Virgen del Pilar
Talarrubias (Badajoz): Tres cosas tiene este pueblo que no las tiene Sevilla: el alcalde, los potriles y la fuente de la villa
Tres cosas tiene Bilbao que no las tiene Madrid: Achuri, Bilbao la Vieja, y el campo de Volantín
Zorita (Cáceres): Tres cosas tiene Zorita que no las tiene Madrid: su ribera y el castillo y agujero ‘pa’ salir. Alude a un agujero que tiene en la muralla por el que se puede salir fácilmente
Guadalupe (Cáceres): Tiene Guadalupe hermoso, lo que no tiene Madrid, las ocho mujeres fuertes arriba en el camarín
Zuheros (Córdoba): Tres cosas tiene Zuheros que no las tiene Madrid: Charco-hondo, la Atalaya, y la Peña de Parir. Así llaman a un gran peñasco que hay próximo al pueblo.
Hinojosa del Duque (Badajoz): Tres cosas tiene Hinojosa que no las tiene Sevilla: el Jagarzal y La Trampa y Fuente de la Navilla
Granada: Tres cosas hay en Granada que no las hay en Madrid: la campana de la Vela, la Alhambra y el Zacatín. Y Tres cosas tiene Granada que no las tiene Madrid: el Zacatín y la Alhambra y la puente de Genil
Yebes (Guadalajara): Tres cositas tiene Yebes que no las tiene Sevilla: la Fuente de los Menudos, Cañuelo y la Ventanilla
Beleña (Guadalajara): Tres cosas tiene Beleña, que no las tiene Madrid: Matimagro, las Alforjas y el Nido de la Perdiz
Guadalajara: Tres cosas tiene mi pueblo que no las tiene Madrid: el Arrabal y Budierca y la calle del Alamín
Hinojosa (Guadalajara): Tres cosas tiene Hinojosa que no las tiene Madrid: la Cantera, la Atalaya y el Cerro Cabeza del Cid
Horche (Guadalajara): Tres cosas contiene Horche, que son más bellas que el sol: la campana de la Virgen, la custodia y el pendón. Y Tres cosas tienen en Horche que llenan de admiración: el órgano, que bien suena; las campanas y el reloj
Sigüenza (Guadalajara): Tres cosas tiene Sigüenza que no las tiene Molina: los Arcos, la catedral y la fuente de Medina
Torija (Guadalajara): Tres cosas tiene Torija que no las hay en Trijueques, el castillo, la picota y los caños de la fuente
Trijueque (Guadalajara): Tres cosas tiene Trijueque que no las tiene Torija: el torreón, la olivera y el monte de la Matilla
Cazorla (Jaén): Tres cosas tiene Cazorla que no las tiene Baeza: San Icisio, Monte Sión, la Virgen de la Cabeza. San Icisio es el patrón de Cazorla y la Virgen de la Cabeza es objeto de gran veneración en la localidad y las inmediatas.
León: Tres cosas tiene León que no las tiene Madrid: San Marcos, la Catedral y el Hospicio en el Jardín
Saldaña (Palencia): Tres cosas tiene Saldaña que no las tiene Madrid: el Puente, la Barbacana y el barrio de San Martín
Segovia: Tres cosas tiene Segovia que no las tiene Madrid: el Acueducto, el Alcázar y el atrio de San Martín. Variante el último verso: y el cerdo de San Martín, aludiendo al cerdo o jabalí de piedra que había empotrado en una casa frente a la iglesia de San Martin, y que ha sido trasladado al Museo provincial. Y Tres cosas tiene Segovia que no las tiene Toledo: la Catedral, el Alcázar y el puente del Azoguejo
Teruel: Tres cosas tiene Teruel que no las hay en España: los Amantes y los arcos y el torico de la plaza. Y Tres cosas tiene Teruel que no tiene Zaragoza: los Amantes y los arcos y casa de la ‘Fructuosa’
Toledo: Tres cosas tiene Toledo que no las tiene Madrid: la catedral, la campana y el puente de San Martín. Otros varían el tercer verso, diciendo: la catedral, el alcázar…
Alaejos (Valladolid): Tres cosas tiene Alaejos que no las tiene la Nava: la fundición, las iglesias y el patio de los Santanas. Alude a la fundición de hierro de Jorge Martin e hijos, una de las más importantes de la provincia de Valladolid; a las iglesias de San Pedro y de Santa María, parroquias de la villa. Tres cosas tiene Alaejos que no las tiene Madrid: Barragán y Pedro Mella y la calva del tío Gil. Barragán y Pedro Mella son dos lavaderos.
Corrales de Duero (Valladolid): Tres cosas tiene Corrales que no las tiene Medina: plaza e toros, el trinquete y la fábrica de harinas
Zamora: Tres cosas tiene Zamora que no las tiene Madrid: Pero Mato, la Gobierna, y el paseo San Martín
Hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana
Esta frase tan popular entre los enamorados es la variante comercial de otra pronunciada por Rosemunda Gèrard para exaltar los sentimientos amorosos más allá del tiempo. La original dice: “Aujourd’hui plus qu’hier et bien moins de demain” (Hoy más que ayer y menos que mañana).
Las uvas de la suerte
La tradición de tomar 12 uvas en Nochevieja es de origen relativamente reciente; y es únicamente una costumbre española. Fue ideada por los cosecheros de uvas para dar salida a los excedentes que tuvieron en la cosecha de 1909.
Niágara
Este nombre, que es como se conoce la colosal catarata de Estados Unidos, es ironés y está compuesto de dos palabras, que significan ‘Oye el trueno’. Aunque otros la traducen como ‘Trueno de agua’.
Torrent
El 1 de febrero tiene lugar la Entrà de la Flor, una fiesta con origen en el siglo XVII y que posee un origen pagano, cuando los romanos dedicaban a la diosa Flora la llegada de la primavera. Con el paso de los siglos, la festividad tomó carácter religioso y en 1606 la cofradía de la Virgen del Rosario comenzó a ofrecer la primera rama de almendro florida a la Virgen como muestra del paso del invierno a la primavera.
Olanda, la estrella que guió a los Magos
Es de suponer que muchos debieron sorprenderse cuando cantando el villancico Ya vienen los Reyes Magos,/ ya vienen los Reyes Magos/ caminito de Belén… llegaron a los versos olé, olé, olanda, olé, olanda ya se ve/ ya se ve, ya se ve.
¿Cómo podían haber dado esa vuelta tan grande los Magos si su procedencia era Oriente y su destino Belén de Judá, en la Cisjordania, cuando se sabe que Holanda no se encontraba en esa ruta?
Lo cierto es que sobre el asunto han circulado algunas hipótesis razonables que, empero, nada tienen que ver con Holanda. En primer lugar, en la mayor parte de los versos donde aparece el nombre está escrito “olanda ya se ve”, es decir, sin ‘h’, pues se piensa que ese era el nombre de la estrella. Otra hipótesis supone que se trata de un fallo en la mala traducción de alguna canción o poema anglosajón, pues Tierra Santa en inglés es Holy Land. Por último, cabe señalar que, según algunos, Holanda habría sido la patria o lugar de origen del rey Baltasar, de donde emigró a Tierra Santa.
Macarrónico
Según la Real Academia, el término latín macarrónico es una locución que se utiliza en forma burlesca y defectuosa para referirse a textos que están en un latín muy poco académico desde el punto de vista gramatical, ortográfico, etcétera, o en un latín con un vocabulario de origen moderno latinizado. Entre otras entradas aparece también como latinajo.
Un ejemplo es el reescrito que Ignacio Calvo Sánchez hizo de un fragmento de la Historia domini Quijoti Manchegui (parte 1ª, capítulo 1º) en latín macarrónico:
In isto capítulo tratatur de qua casta pajarorum erat dóminus Quijotus et de cosis in quibus matabat tempus. In uno lugare manchego, pro cujus nómine non volo calentare cascos, vivebat facit paucum tempus, quidam fidalgus de his qui habent lanzam in astillerum, adargam antiquam, rocinum flacum et perrum galgum, qui currebat sicut ánima quae llevatur a diábolo.
Otro ejemplo es el Vejamen a un sacristán, atribuido a Fortunato Aníbal, parte del cual dice:
Mentecate sacristane,
tú que los cabos de velas,
faciendo que los apaggas
inmitis in faltriqueram.
Tú qui del vinagerorum
maiores partes apruebas,
y acordatus del absolvem
vadis a absolveré eas.
…
Et con bonete tan malo,
que trae roñan a fanegas,
et in illo más de mile
cabernis et ratoneras.
Tole, tole de delante
tuam figuran, y piensa
que estoy atemorizatus
tantum de mirarte cerca.
Un xenófobo intransigente
De Alonso Cano (pintor, escultor y arquitecto español del Barroco) cuenta el doctor Antonio Castillo Ojudas en ‘Salud’ (Suplemento de ABC, 1 de septiembre de 2001, pág. 21) que en Granada, ciudad donde convivían los cristianos con gran número de musulmanes y judíos conversos, fue donde se exacerbó su animadversión hacia los hebreos: “Bastaba con que viera a uno para cambiar de acera y, si podía, marchar por otra calle. Si por casualidad le rozaban el manteo, lo echaba a la lumbre. En una ocasión, su ama de llaves quiso comprar unas telas a un mercader ambulante con tan mala fortuna que Cano les sorprendió, echándolos desaforadamente. No contento con hacer barrer y fregar los suelos, mandó levantar el pavimento y poner uno nuevo”.
Humoradas populares
Nuevo papelito que llegó a mis manos por no recuerdo qué otras manos.
Carta desesperada
Amada esposa: como no es posible dialogar contigo sobre este tema, debido a que tus elementales principios de femineidad no te lo permiten, he confeccionado los siguientes datos estadísticos durante el pasado año, que quiero someter a tu consideración.
Durante el mismo, he llevado la iniciativa, para hacer el amor contigo, 365 días, y solamente tuve éxito en 24 ocasiones, lo que hace un promedio de una vez cada quince días.
Te expongo, a continuación, los motivos de mis continuos fracasos: Estabas cansada (52 veces), habías ido a la peluquería (12 veces), no era el día apropiado (19 veces), hacía mucho calor (22 veces), era ya tarde (15 veces), te hiciste la dormida (69 veces), la ventana estaba abierta y podían vernos (9 veces), tenías dolor de cabeza (26 veces), hacía mucho frío (23 veces), tenías dolor de espalda (8 veces), no estabas de humor (21 veces), hubo visita hasta muy tarde (11 veces), te dolían las muelas (6 veces), se podían despertar los niños (17 veces), habías comido demasiado (10 veces), viste la TV hasta muy tarde (2 veces) y el pequeño estaba llorando (14 veces). Lo que hace un total de 341 veces.
Mas de las 24 veces que tuve éxito, 23 no fueron muy satisfactorias, porque: Seis me dijiste que me apresurara y terminase pronto, once tuve que despertarte durante el acto, una te distrajo una mosca, tres me dijiste que necesitabas dinero, dos me quitaste la inspiración al comentar que el techo necesitaba una mano de pintura. Y, finalmente, una vez tuve miedo de haberte lastimado, pues me pareció notar que te habías movido.
