El artículo ‘Desde la Torre Lucía’ publicado en enero de 2021, en la revista Grada número 152, lo dediqué a la ‘Biblia del Oso’, del extremeño Casiodoro de Reina, editada en 1569.
Cuatro años y medio después voy a escribir sobre la Biblia de Cipriano de Valera, también extremeño, que se editó en 1602. Y ello, motivado por esta noticia: “Premio Miguel de Unamuno a la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, concedido por la Alianza Evangélica Española en la edición del presente año 2025, décimo sexta entrega, para reconocer su encomiable labor de normalización de la convivencia social y cultural de los creyentes evangélicos, así como por la restauración de la memoria histórica protestante”.
Este premio es la principal distinción que otorga el protestantismo español. Con él se reconoce a personas o instituciones españolas que, sin ser de confesión protestante, hayan realizado alguna contribución destacada a favor de la pluralidad y la convivencia social.
La Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes ha contribuido con excelencia y generosidad a que se conociesen los reformadores españoles, en especial los extremeños Casiodoro de Reina, autor de la ‘Biblia del Oso’, dedicándole en 2019 la IX Jornada de Humanismo Extremeño; y a Cipriano de Valera, autor de la ‘Biblia del Cántaro’, a quien dedicó la décima edición, en 2021.
El nombre del Premio, Miguel de Unamuno, responde a la amistad que mantuvo don Miguel con el pastor protestante Atilano Coco, a quien intentó en vano salvar de ser fusilado por Franco. Entre quienes han recibido este premio están Antonio Muñoz Molina, Alberto Ruiz Gallardón o José María Calviño; e instituciones como la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria o el Ayuntamiento de Sevilla, y ahora nuestra Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes.
De todo esto me enteraba a la par que adquiría para mi Biblioteca de Temas y Autores Extremeños (Bitaex) la Biblia de Valera, nacido en Valera para unos y en Fregenal de la Sierra para otros.
Sobre la vida del autor extremeño sabemos que ingresó en el Monasterio Jerónimo del Campo, y que estudió en la Universidad de Sevilla, donde obtuvo el grado de Bachiller. Fue discípulo del también extremeño Arias Montano, compilador de la Biblia Políglota de Amberes.
En 1557 huyó del monasterio porque la Inquisición estaba tras la pista de los luteranos reformadores, y él era uno de ellos. En 1558 está en Ginebra, pero pronto pasa a Inglaterra, donde la libertad religiosa había sido restablecida al subir al trono Isabel I. En Londres los protestantes de lengua castellana se reunían en la iglesia de Saint Mary Axe, donde Casiodoro de Reina había sido nombrado pastor. Pronto Valera se asoció con la traducción de la Biblia.
El 9 de noviembre de 1559 se incorporó a la Universidad de Cambridge. Las cualidades intelectuales de Valera le permitieron incorporase a la Universidad de Oxford. Pronto comienza a publicar sus libros y cuando contaba 70 años publicó su Biblia, en 1602. A partir de esa fecha no existe ningún documento que nos indique hasta cuándo vivió.
Su vida se caracterizó por su constante amor a la Biblia. Es cierto que el trabajo de Valera no es del todo original, pero su revisión de la ‘Biblia del Oso’ ha llegado a ser la Biblia tradicional del protestantismo de España e Hispanoamérica; es la traducción al castellano más leída, constituyendo además un monumento literario.
Es evidente que Valera no pretendió hacer una nueva traducción bíblica, porque en la portada de su revisión la llama ‘Segunda edición’, y además en la Exhortación dice que la Biblia de Casiodoro era excelente, habiendo intentado seguirla palabra por palabra, pero introduciendo cambios textuales importantes. La finalidad de Valera con su revisión fue hacer una nueva lectura del texto de Reina, actualizando ortografía e intentando aclarar los significados de los textos bíblicos.
En el centro de la portada encontramos un escudo en el que se ven dos hombres, uno plantando árboles y otro regándolos con un cántaro, por lo que también se la conoce como la ‘Biblia del Cántaro’.
Este precioso ejemplar facsímil de la edición realizada en Ámsterdam, en casa de Lorenzo Jacobo, en 1602, está numerada en mi Bitaex con el número 4.514.