El soldado Filomeno Sánchez Rubio, caballero laureado de la Orden de San Fernando, ha recibido un homenaje en el cementerio de Guadalupe, presidido por el general de Brigada secretario general del Estado Mayor del Ejército, Fernando Rocha; y por el alcalde de Guadalupe, Felipe Sánchez.
También participaron en el homenaje el coronel jefe del Regimiento Arapiles nº 62, así como el guion de la citada Unidad, entre otras autoridades.
Filomeno Sánchez Rubio era un agricultor que en 1897 fue enviado a luchar a Cuba, encuadrado en el batallón expedicionario de cazadores Arapiles nº 9. En dicha contienda destacó por su liderazgo e iniciativa durante los combates en el Asiento de Mabuya, donde logró tomar unas posiciones enemigas cuyos intentos previos de conquista habían causado gran cantidad de bajas a las tropas españolas.
Por dicha acción fue condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando de segunda clase.
Muchos años después, en 1928, el rey Alfonso XIII visitó Guadalupe para asistir al acto de Coronación de la Virgen. Acudieron a recibirlo diferentes personalidades extremeñas, y entre ellas estaba Filomeno Sánchez. El rey, al verlo, se mostró inicialmente sorprendido, pero al percatarse de la medalla que Filomeno llevaba prendida se cuadró, saludó militarmente, se quitó los guantes y le tendió la mano.
El alcalde hizo la oportuna presentación y expuso al rey los méritos de Filomeno Sánchez, y le aclaró que además de la Laureada ostentaba el título de Caballero Cubierto, lo cual le atribuía la facultad de no descubrirse ante nadie, ni siquiera ante el rey, aunque por su sencillez y respetuosidad sostenía el sombrero entre sus manos. Al saberlo, el rey tomó la prenda y la colocó en la cabeza de Filomeno, ante la presencia de todo el pueblo allí congregado.
A continuación, Su Majestad presentó a Filomeno a las autoridades militares presentes, y le invitó a acompañarlo junto al resto de autoridades en el desfile militar que tuvo lugar para rendir honores al rey.
Filomeno Sánchez Rubio fue siempre un hombre sencillo y reservado, que vivió toda su vida en Guadalupe. Estuvo casado pero no tuvo hijos. Su medalla fue legada al tesoro de la Virgen de Guadalupe.
