La actriz extremeña Clara Alvarado ha decidido poner sus conocimientos al servicio de la sociedad y cambiar el mono de su personaje en ‘La casa de papel’ por la bata de enfermera para ayudar en la lucha contra el Covid-19.
La actriz ha dejado aparcada la interpretación para sumarse a los equipos médicos, en concreto en un hospital a las afueras de Madrid, que enfrentan la crisis provocada por el Covid-19 en España, uno de los países más afectados por la pandemia. Lo anunció hace varios días en su cuenta de Instagram en una publicación en la que decía que iba “a pasar los próximos días de cuarentena trabajando como enfermera”.
¿Por qué decidió dar un paso al frente y trabajar contra el coronavirus de forma voluntaria?
No podía quedarme en mi casa viendo cómo la sanidad madrileña pedía a gritos efectivos humanos para sus hospitales. Ha sido por una cuestión ética al cien por cien.
¿Qué está suponiendo esta epidemia para la enfermería?
Una nueva forma de adaptación y de reinvención. En general, creo que para todo el personal sanitario esta situación es tan nueva que día a día aprendemos algo sobre la profesión y sobre nosotros mismos. Especialmente cuando piensas que no vas a ser capaz de hacer algo y, al final, lo logras. Y por supuesto, que se necesita más personal sanitario y más sanidad pública, aunque creo que eso ya ha quedado claro hace un tiempo. Esa es la prioridad de la población, que las necesidades vitales estén cubiertas y la más importante, sin duda, es la salud.
¿Qué es lo que más demandan los pacientes de las enfermeras?
Normalmente información, atención, cuidado y cariño. Así de sencillo es, no necesitan nada más y nosotras hacemos todo lo que podemos para que lo tengan y estén tranquilos. Es esencial que se confíe en el equipo sanitario que te cuida.
¿Cree que hay demasiado alarmismo sobre este tema?
No. Creo que toda precaución es poca. Sí es cierto que la sensación de peligro está más intensificada en algunas Comunidades que en otras. Hablo por la parte que me toca viviendo en Madrid. Aquí es muy importante que se respeten las medidas y, sinceramente, creo que se deberían respetar por igual en todo el país. Cuanto más obedientes y responsables seamos como ciudadanos, antes saldremos de esta. Porque saldremos. Esto tendrá un fin y ya veremos cómo nos vamos adaptando a la nueva realidad que nos toque vivir. Así ha pasado a lo largo de la Humanidad y nosotros estamos haciendo historia. ¡Quién nos lo iba a decir!
¿Dónde se encuentra trabajando y qué pensamientos le genera la situación que está viviendo ahora mismo?
Estoy trabajando en una planta de Medicina Interna, en un hospital que pertenece a La Paz. Esta situación hace que me plantee muchas dudas sobre la existencia humana y el propósito vital como individuo. Es muy duro ver cómo hay personas que se están yendo sin despedirse de sus seres queridos, solos. Eso te hace cuestionarte muchas cosas de la vida, al menos en mi caso. Si duda, voy a reorganizar prioridades, saber reconocer lo que son verdaderamente problemas y lo que no. Y por supuesto, me está haciendo vivir en el presente más que nunca, controlando la ansiedad, los miedos e inseguridades y dando rienda suelta a la generosidad, el amor y la solidaridad.
¿Tiene algún mensaje para que la población se mantenga cuerda?
Que todo esto también pasará. Que no veamos el período de cuarentena como un castigo sino como un regalo de tiempo para conocernos mejor a nosotros mismos, adoptar nuevas formas de comunicarnos con nuestros seres queridos, leer, escuchar música, crear, no hacer nada, meditar… Hay mil ofertas de entretenimiento al alcance, pero hay que mantener la calma, tener paciencia y esperanza. Se lo contaremos a nuestros nietos y todo quedará en un mal sueño.
