Hay una serie de nombres en el cuadrante noroccidental de la Península Ibérica derivados del mismo radical ‘Talab-’. Entre ellos conocemos por la epigrafía de época romana algunos muy comunes en la provincia de Cáceres como Talabo o Talabario o Talaburo. El primero lo encontramos en el territorio de influencia de la antigua ciudad romana de Caurium, la actual Coria, en inscripciones procedentes de la propia Coria, donde se detecta también un individuo de nombre Talaburo; también en Zarza de Granadilla, Pozuelo de Zarzón y Villanueva de la Sierra, aunque hay un testimonio al sur del Tajo en la localidad de Villamesías.
En cuanto al antropónimo Talabario es más propio del territorio de Turgalium, la actual Trujillo, con inscripciones en Campo Lugar, Herguijuela, Santa Cruz de la Sierra, a las que hay que unir la hallada en Tejeda de Tiétar, en la entrada por Plasencia a la comarca de La Vera. Algunos ejemplos encontramos también en tierras portuguesas de Castelo Branco y Guarda.
Son, por tanto, nombres exclusivamente lusitanos, pues todos se localizan en los territorios de esta provincia romana; solamente unos pocos casos sobrepasan el Duero hacia territorio Galaico. Una variante de este mismo nombre, pero con uve, Talavio, aparece más al norte, en territorio que fue de galaicos y astures, aunque algunos testimonios se documentan en la zona lusitana correspondiente a la provincia de Salamanca, el distrito de Castelo Branco y un caso en la localidad cacereña de Logrosán.
En la bella inscripción de Campo Lugar cuya foto acompañamos en el texto se conmemora a una mujer de nombre Togeta, que murió a la edad de 75 años y dice ser hija de Talabario, por parte de su esposo Lácer. El epitafio es un magnífico testimonio de las costumbres funerarias romanas adoptadas por los ambientes indígenas, que imitan las nuevas modas llegadas de la capital del Imperio. Al mismo tiempo nos muestra retazos de la vieja onomástica local, que sin el concurso de la epigrafía se hubieran borrado para siempre de la memoria de la Historia.