Cristóbal Bueno Jiménez

La automedicación tiene ventajas (pocas) y desventajas (muchas), entendida como la utilización por propia voluntad de medicamentos y material sanitario prescritos anteriormente por un médico.

El concepto de automedicación acarrea asumir la libertad personal así como aceptar la correspondiente responsabilidad. A lo largo de la historia de la Humanidad el autocuidado, es decir el tratamiento de los síntomas y signos de la enfermedad por las personas que los padecen, se ha considerado como la forma más utilizada para el mantenimiento y prevención de la enfermedad.

A medida que las distintas civilizaciones se han ido estructurando, el acto instintivo e individual de usar agentes reales o supuestamente curativos conviven con una incipiente medicina, más o menos empírica y principalmente más o menos racional, considerándose como una ciencia y como un fenómeno vinculado con el mantenimiento de la salud.

La práctica de la automedicación ha aumentado considerablemente en los últimos años, constituyendo un problema no exclusivo de nuestro país, habiéndose documentado en otros países avanzados culturalmente. Para algunos se ha considerado un problema tan frecuente que la práctica habitual de la asistencia mediante la consulta médica es solo una pequeña parte de la atención médica representada por la automedicación.

En nuestro país esta situación que se ha considerado frecuente; ha sido llamada ‘automedicación con cargo a la Seguridad Social’, de manera que el usuario acude al centro de salud, pero más en busca de una receta que para ser visitado. Se trata de un complejo mecanismo en el que intervienen las actitudes del médico y la del paciente, así como la propia estructura y prioridades del sistema, en el cual la visita ha sido sustituida por una simple receta.

Diferentes factores se han invocado para explicar este aumento de la automedicación:

• la accesibilidad, al preferir los consumidores los productos de más fácil disponibilidad a la espera en su centro de salud
• el estilo de vida, cuyos ejemplos más claros son el control del tabaquismo o aquellos programas de prevención de algunas enfermedades
• factores socioeconómicos, al existir un mayor nivel educacional y mayor información de los fármacos
• factores demográficos y socioeconómicos, al observarse una mayor responsabilidad en cuanto los cuidados de la salud
• reformas en el sector sanitario, al existir una disminución del gasto sanitario mediante la automedicación
• utilidad de los nuevos productos, cuya efectividad ha sido comprobada y que son automedicados

La automedicación tiene unos beneficios personales que conviene destacar. En primer lugar, los problemas principales que pueden afectar a las personas a lo largo de su vida pueden ser susceptibles de solucionar sin necesidad de realizar una consulta médica, al menos en algunos casos. Se trata, evidentemente, de aquellas situaciones que bajo una adecuada formación y sentido común serán resueltas en el ámbito familiar, sin necesidad de esperas, desplazamiento y otros inconvenientes que, sin duda, tienen la asistencia sanitaria. Además,el apoyo familiar y social son fundamentales en las enfermedades en cualquiera de sus formas o gravedad.

Sin embargo, los inconvenientes son mucho mayores y de mayor identidad que las ventajas que pueda ocasionarse con la automedicación:

• algunos procesos graves pueden quedar enmascarados por la administración de algunos fármacos
• se ha comprobado el uso de varios medicamentos para un mismo fin y con diferentes propósitos. El uso de hasta cinco analgésicos se ha comprobado por algunos para tratar un tipo de dolor
• mala utilización de algunos medicamentos al administrarse para fines en los que no están indicados
• frecuencia de reacciones adversas a medicamentos que ha sido observada de forma elevada en aquellos casos de automedicación incontrolada
• problemas de consideración en aquellos casos de embarazo, lactancia, insuficiencia renal o hepática
• frecuente administración de antibióticos en procesos clínicos producidos por virus

Especialmente relevantes son los inconvenientes de la automedicación en las personas mayores, teniendo en cuenta que concurren diferentes circunstancias, como la mala interpretación del método terapéutico, fallos amnésicos, inestabilidad familiar, empaquetamiento de los fármacos, etc.

La solución a este problema de la automedicación puede estar representada por la triada:

• explicación al usuario por qué y para qué se le receta o no un medicamento
• consejo terapéutico, dosis exactas y efectos adversos del mismo
• educación, indicando qué fármacos puede o no tomar, y los signos de alarma que obliguen a una consulta médica