Dentro del Balance de Situación, Balance para sus amigas, encontramos dos grandes masas: el Activo y el Pasivo. Una de las cualidades del Balance es precisamente su balanceo o equilibrio: Activo y Pasivo han de sumar siempre lo mismo.

El Activo nos indica lo que tenemos. Y el Pasivo cómo lo hemos conseguido; es decir, qué recursos económicos hemos utilizado para obtener aquello que compone nuestro Activo.

Pues bien, dentro del Pasivo se encuentra, como una masa independiente e interrelacionada, el Patrimonio Neto, que se compone a su vez de varias partidas:

• Aportaciones de los socios.
• Reservas.
• Resultados de ejercicios anteriores que aún no se hayan llevado a reservas, o que no se hayan repartido en el caso de ser positivos.
• Resultado del ejercicio en curso.
• Ciertas subvenciones cuya imputación no corresponde al ejercicio en curso.

Ya que el importe total del Activo ha de coincidir con el importe total de las masas del Pasivo, la imagen habitual de una empresa sana económicamente suele ser esta:

Existen ciertos supuestos en los que el Balance nos ofrece un Patrimonio Neto Negativo, como vemos en la siguiente imagen:

Esta situación puede producirse porque tenemos, por ejemplo, pérdidas en los resultados de años anteriores o del año en curso, por un importe superior al capital social y a las reservas. La implicación económica directa más importante es que esto significa que, con el Activo que tiene la empresa (110), aun vendiéndolo todo, no podría cubrir la totalidad de la deuda que tiene tanto a largo plazo como a corto plazo (Pasivo Corriente). En nuestro ejemplo, con 110 no puede hacer frente al pago de 140 (60+80). De hecho, la tenencia de un Patrimonio Neto Negativo puede conducir a una situación concursal.

Debido a ello, un Patrimonio Neto Negativo no es un buen compañero de viaje si hemos de solicitar financiación, teniendo además los administradores de la sociedad que revertir la situación en una serie de plazos determinados.

El Patrimonio Neto Negativo puede corregirse dentro de su masa a través de, por ejemplo, una ampliación de capital.