Cuando tenemos que comprar un coche o para la adquisición de una vivienda, lo normal es que algunas personas opten por pedir un crédito al banco. La mayoría tiene unos requisitos, por lo que la propia entidad debe valorar la capacidad económica del solicitante para poder concederle este préstamo. Por ello suelen solicitarse avales o garantías de que podrá devolverse.
Un préstamo personal es aquel que para su devolución cuenta como única garantía con la ‘personal’, es decir con tu solvencia y la de tu avalista, si lo tuvieras, independientemente del fin al que vayas a destinar el dinero que te presta el banco. Se suelen relacionar con la financiación de viajes, estudios o compras concretas. El cliente puede recibir una cantidad, entre 1.000 y 90.000 euros. Normalmente los pagos se realizarán de forma periódica en un tiempo concreto, que suele establecerse en un máximo de 15 años. Además, el contrato incluirá el tipo de interés concreto aplicado, entre el 5 y el 10%.
Por otro lado, los préstamos o créditos al consumo son un tipo de préstamo personal marcado por el destino del dinero, como por ejemplo la compra de un coche, de electrodomésticos para el hogar o la contratación de un servicio. De hecho, el Banco de España presenta ciertos requisitos, y es que el importe debe ser superior a 200 euros e inferior a 75.000 euros. El contrato de este tipo de créditos debe incluir toda la información sobre las condiciones, cuotas, plazos e intereses, que normalmente son del 0 al 15%. Generalmente el cliente dispondrá de hasta 10 años para devolverlo. Este tipo de préstamos están vinculados al servicio o adquisición del artículo en cuestión y, por tanto, la financiera responderá solidariamente si no se cumple con lo establecido para la prestación del servicio o la entrega del artículo.
Por último, los créditos rápidos o minicréditos pueden ser los más convenientes ante gastos imprevistos, pero existen ciertos riesgos con motivo de sus tipos de interés. Además, no están regulados ni supervisados por el Banco de España por lo que el cliente debe tener más cuidado al solicitarlos. El proceso, como indican, es rápido, por lo que para agilizar la concesión se simplificarán los análisis del riesgo de los clientes aumentando los rendimientos a devolver. En concreto pueden ir del 15 al 20% de interés. Estos préstamos son los que menos dinero otorgan, puesto que van de 600 a 10.000 euros, y el plazo para devolverlo es de hasta 10 años, dependiendo del cliente y las condiciones acordadas.