En ocasiones no nos sentimos bien con la vida que llevamos o por cómo la afrontamos. Nos pasan siempre las mismas cosas negativas y no somos capaces de cambiar ese círculo vicioso que acaba llevándonos a los mismos errores una y otra vez.
Es obligatorio parar a pensar en nuestra vida en general, valorando qué queremos o no, priorizando qué no estamos haciendo bien y qué podemos cambiar o mejorar.
Coger un lápiz y un papel es básico para centrar tu atención en ciertas ideas en función del ámbito que quieres mejorar o cambiar. Ya sea el ámbito personal, social, familiar…
Debes dedicar un tiempo para reflexionar y pensar desde la calma sobre qué querrías y cómo conseguirlo desde la coherencia, la constancia y el juicio. Todo marcándolo desde la lógica y una razón realista.di
Nuestras emociones influyen en nuestras acciones, así como nuestros pensamientos. Somos emocionales, y eso ejerce gran poder en nuestro estilo de vida en todas las facetas.
Por eso, deja a un lado lo emocional y márcate un plan de trabajo diario, cumpliendo lo pactado. Ser disciplinado o disciplinada te ayudará a ir consiguiendo pequeños retos y, poco a poco, a mejorar tu autoestima. Corroborar que vas cumpliendo tus objetivos aumentará tu bienestar y reducirá tu frustración.
Intenta rodearte de personas que tengan retos y sean positivas; eso te dará una motivación extra para poder involucrarte en tus proyectos con una actitud súper positiva.
No pienses tanto en el futuro y céntrate en el aquí y en el ahora; eso te dará fuerzas para ir consiguiendo pequeños avances. Ánimo y a por todas.