El actor extremeño Santi Senso regresa a Extremadura con una agenda repleta de proyectos. Originario de Cáceres, Senso ha desarrollado gran parte de sus más de 25 años de trayectoria profesional en Madrid, lugar donde reside, y Latinoamérica.
Destacado artista multidisciplinar, el actor de ‘La que se avecina’ o ‘Águila Roja’ confiesa volver a sus raíces para traer a Extremadura, además de dos propuestas actorales, una exposición de pintura y la inauguración de una escultura creada por él.
Los cacereños pueden disfrutar de su trabajo esta próxima Semana Santa, durante la cual Senso encarnará a Jesucristo en la tercera edición de la Pasión Viviente, como se anunciara en 2019, después de tres años de aplazamientos por motivos de la pandemia.
Su huella queda también en el Gran Teatro de Cáceres, donde el actor representa el 9 de abril ‘La tetraplejia de Cor’, un trabajo personal basado en sus vivencias durante su niñez y adolescencia.
Además, su imagen como Jesucristo se convierte en denominador común en la exposición ‘El Cristo de la vulnerabilidad. Pasión por estar vivo’. La muestra colectiva, centrada en la figura del propio Senso, se encuentra disponible en la Sala Pintores de la Diputación de Cáceres.
Finalmente, el actor sella un homenaje a su orígenes con ‘Oliva y Olivio’, una escultura en honor a los abuelos. El trabajo, ubicado en Casar de Cáceres, contará con una cápsula del tiempo en la que han colaborado sus vecinos.
Hemos tenido la oportunidad de conversar con Santi Senso sobre todos sus proyectos.
Después de un largo periodo residiendo en Madrid y trabajando en el extranjero, ¿cuáles son las sensaciones de volver a trabajar en su tierra?
Las sensaciones son de dar todo lo que ella me embriaga y me sigue alimentando. Yo siempre digo que Extremadura me sigue amamantando. En todas mis propuestas artísticas hablo de sus olores, de sus texturas, de sus tradiciones, de su folclore, de sus miradas, de la gente y de toda la pasión, el amor que habita en Extremadura.
Allá donde voy, que sobre todo voy mucho por Latinoamérica, hablo y hago sentir ese amor y esa pasión que mi tierra me sigue pulsando. Sigue siendo fuente de inspiración a nivel artístico. Para mí es muy importante volver a mis raíces, pero también es que nunca me he ido. Esas raíces atraviesan el Atlántico y vienen conmigo; me arropan y forman parte de todas estas locuras que hago por el mundo.
El anuncio de que encarnaría a Jesucristo en la tercera edición de la Pasión Viviente de Cáceres se produjo en 2019. ¿Cómo afronta el reto tres años después de lo previsto?
Para mí han sido tres años realmente necesarios para colocarme y sentir esta pasión con la que hago las cosas y, ahora en esta ocasión, la Pasión de Cristo. Han sido tres años en los que se ha ido posponiendo, pero durante lo que he ido trabajando en ello.
He sido afortunado de, incluso en pandemia, viajar a otros países y ahí he seguido estudiando e investigando. Ya no se trata sólo de Jesucristo, sino de qué tiene Santi de esa parte oratoria que tenía Jesucristo, o qué tiene Santi en la fe. Yo tengo mucha fe en las personas y ellas creen en muchas cosas, y eso a mí me hace poderoso. Creo que es muy lindo que a través de la mirada de la fe de las demás personas que me he encontrado en estos tres años yo haya podido confrontarme para ir viendo qué tiene Santi Senso de este Jesucristo.
La Pasión Viviente recrea en la ciudad monumental los últimos días de Jesucristo. ¿Qué trabajo requiere a nivel de ensayo y preparación este proyecto?
Es un trabajo que requiere de familia, de compañía. También los demás personajes que se intervienen en esta Pasión Viviente: los discípulos, Caifás, Herodes, Pilatos, Magdalena, las mujeres de Jerusalén y el pueblo. Lo más hermoso de los ensayos es transitar por la parte antigua de Cáceres. Ya hay muchos turistas y puedes ver en sus ojos esa pasión, ese disfrute por ver algo vivo.
¿Cómo ha sido el proceso de preparación y ensayos para la Pasión Viviente?
Durante la preparación he podido sentir la historia de mi casco antiguo de Cáceres. Años y años, siglos y siglos de historia. Y ahora formo parte de ella. El proceso ha comenzado dos meses antes de la representación, con el director, Marco Yépez, y los más de 200 actores y actrices que participan en esta representación.
¿Se asemeja a la preparación de las representaciones teatrales tradicionales?
Yo siempre digo que todo es único. Para mí, nada ni nadie en esta vida es parecido, ni mucho menos igual a otra. Esta propuesta no se puede comparar o cuantificar, es única. Somos únicos y, como tal, va a ser única esta tercera representación de la Pasión Viviente.
El director ha podido aportar cosas novedosas a esta edición y los espectadores también van a ser únicos. Creo que la representación es única porque yo también lo soy y tengo algo que ofrecer a esta Pasión Viviente, que se descubrirá cuando las personas puedan verme trabajar en esta propuesta.
¿Qué hizo que decidiera involucrarse en esta celebración?
Yo siempre digo que he venido al mundo para cumplir mis deseos y los de los demás. Yo de alguna forma deseaba formar parte de la Pasión Viviente. Y ahora, movido y removido por esta celebración en la Semana Santa de mi ciudad, sentí ese deseo de formar parte de esa representación.
Ese deseo llegó a Santos Benítez Floriano. Como presidente de la Asociación de la Pasión Viviente de Cáceres tenían el deseo de darle un impulso más internacional a la propuesta. Ambos deseos se abrazaron. Yo creo que cuando uno desea algo le llega. Y a ello se une el de los ciudadanos. Es hermoso que se junten esos tres deseos para que yo haga este año de Jesucristo. La decisión a veces no la toma uno, sino que la toma el deseo y hay que abrazarlo.
También ha presentado la exposición de pintura ‘Cristo de la vulnerabilidad. Pasión por estar vivo’, ¿Cómo es prestar su rostro a una muestra de este tipo?
Es muy abrumador cuando alguien quiere pintarte y retratarte. Yo siempre digo que es como una confrontación. El propio artista, el pintor o la pintora siente algo o ve algo muy fuerte en mí que empiezan a pintarme, dibujarme y al final se va generando algo muy poderoso.
¿Cómo nació y creció este proyecto?
El proyecto nació, primero, al decidirse en 2019 que yo fuera Jesucristo en la Pasión Viviente. Me gusta mucho trabajar con otras disciplinas artísticas y se me ocurrió proponer que se hiciese una exposición con mi rostro de Jesucristo para poder ser la antesala de la Pasión Viviente con artistas internacionales.
Yo creo que es muy interesante cómo crece esto con la pasión, con el amor, con la entrega, la disciplina, con el arte de estar vivo de cada pintor y pintora. Posé para estos artistas cuando viajaba o aquí en Cáceres cuando venía. Yo me exponía y, ahora, ellos están exponiendo sus obras.
¿Qué le llevó a bautizar a esta representación como el ‘Cristo de la vulnerabilidad’?
Yo como actor, como director, escritor y dramaturgo trabajo mucho la vulnerabilidad. Una vulnerabilidad que no es sólo de dolor, fragilidad o tristeza, de pensar que me van a romper o fracturar; durante mis años de profesión he descubierto que la vulnerabilidad también es de alegría. La vulnerabilidad también sonríe. Entonces, el hilo conductor es la vulnerabilidad para que no sea sólo un Cristo del dolor. Que sea el Cristo de la vulnerabilidad; esta también tiene amargura, tristeza, poder, amor, felicidad, alegría o perdón.
¿La exposición muestra todas las obras elaboradas en este lapso de tiempo o una selección? ¿Qué técnicas y estilos pueden encontrar sus visitantes?
La exposición se ha ido creando a lo largo de estos tres años. Hay muchos que arrancaron en 2019, han ido continuando en esta época de confinamiento durante la pandemia y otros se han sumado en estos viajes que he ido haciendo. No ha habido ningún tipo de selección: es la valentía de los pintores y pintoras.
Para mí todas son obras espectaculares. No hay que diferenciar entre profesional y amateur. Hay muchas personas que se han ido proponiendo y no hay que decir “esta sí” o “esta no”. Y menos yo. A mí me están exponiendo y yo me expongo a todo ese amor. Todas las personas que han hecho una obra han sido expuestas. Las técnicas son muy variadas: hay acuarelas, hay acrílicos, cuadros a lápiz o ceras. Además encuentras grabados, técnicas de espray de grafiteros. Esos son los estilos y formas que el visitante va a poder disfrutar.
Dentro de poco inaugurará una escultura en homenaje a los abuelos en Casar de Cáceres. ¿Por qué decide homenajear concretamente a la figura de los abuelos?
Yo creo que más que una decisión es un agradecimiento. A mí me gusta agradecer y, en este caso, el amor, la entrega, sabiduría y educación de nuestros abuelos y abuelas. Los valores suyos que han aportado y siguen aportando.
La palabra abuelo es algo más poético, porque hay personas mayores que no han tenido hijos, o los han tenido pero estos no les han dado nietos. Es más bien a la figura de la persona mayor que va dejando un legado. Nosotros hemos recibido muchas cosas de los mayores y es lindo devolverle eso. Yo creo que es importante tener esa escultura y homenaje que pueda unificar y simbolizar todo ese legado tan poderoso que nos dejan. Por eso la escultura se llama ‘Oliva y Olivio, un abrazo ancestral’.
La obra contará con una cápsula del tiempo. ¿Qué objetos entrarán en ella y qué significado poseen?
La cápsula va a contener los periódicos de los acontecimientos de ahora: la inmigración, los refugiados, la guerra de Ucrania, el terrorismo, los transportistas o la pandemia. También fotografías de los abuelos y abuelas en su época de juventud, durante las romerías, en las fiestas del pueblo, las comidas, bodas, comuniones… todas las fotos de la época hasta el día en que se entierre la cápsula del tiempo en sí.
También va a contener libros que hablan de la historia del Casar de Cáceres, libros míos como ‘Actos íntimos’ que habla de mis obras y mi lenguaje, otro que tengo que habla del parto ancestral en mi tierra y Latinoamérica, ‘Parir. Volver al vientre’.
Del mismo modo, habrá un pendrive con imágenes y vídeos y platos de porcelana que forman parte de ese abrazo, esa escultura de forja metálica, que son dos olivos abrazados. Estos platos simbolizan la hospitalidad, las comidas, el alimento, el compartir… Todos esos platos son de los vecinos del Casar de Cáceres y va a haber una placa que mencione a todas las familias que han aportado fotos y platos.
Si alguien la abriera de aquí a muchos años, ¿Qué mensaje espera que le transmitiese lo que encontrase en su interior?
Cuando se abra esa cápsula dentro de 50, 100 o 200 años, yo creo que se va a encontrar, sobre todo, un acto de amor. A pesar de que se va a introducir actos de terror en el mundo por lo que estamos viviendo. Habrá también una carta que voy a escribir, que simboliza que en el mundo hay que hacer más apologías del amor y no del terror.
‘La tetraplejia de Cor’ es una obra basada en su infancia y adolescencia. ¿Qué puedes destacar de esos años y qué es lo que más presente sigues teniendo en la actualidad?
Es una obra que habla de mi infancia y mi adolescencia en Cáceres y Extremadura. Lo que habla son esos años que yo viví de bullying, racismo, xenofobia, clasismo, de acosos escolares no solo por niños, también por maestros. A mí me educaron con esta frase tan terrible de «la letra con la sangre entra». Fueron años duros, pero afortunadamente tengo una familia que sostenía estos momentos con el amor. Siempre he estado muy querido y protegidos por mis padres y hermanos. No sólo lo vivía en mí, también en otros niños y niñas, porque el buylling no es sólo para el torpe o el que suspendía. También es para los guapos, la gente de dinero, o la que vive en determinados barrios. Siempre ha habido discriminación y desgraciadamente sigue habiéndola.
¿Qué supone escribir y presentar al público un trabajo tan personal?
Me decido a escribir esto y presentarlo porque ya lo he sanado, pero hay mucha gente que no. Yo lo puedo contar en una representación por ello, si no, no podría tratar estas cosas. Pero, realmente, la obra habla del amor, de la alegría, de la felicidad. Es lo que realmente el mundo desea y lo tenemos. Hay que dar visibilidad a todas las cosas lindas, y en la obra hablo de ellas. Pero también hablo de una cosa terrible, que es el miedo. El miedo que al mundo le paraliza. Yo soy disléxico, y me golpeaban y castigaban mucho por ello sin que se dieran cuenta de lo que realmente me ocurría. Es terrible. Sin embargo, a mí desde bien pequeño con seis años el miedo me movilizaba. Por eso siempre he sido el polémico y el abogado de pleitos pobres, porque siempre defendía a otros niños. El miedo me sigue movilizando: es el motor que me ha hecho poder estar ahora contando estas vivencias que, sobre todo, están abrazadas con el amor, la alegría y la felicidad.
¿Qué aspectos de la representación cree que puedan atraer o hacer sentir identificado al espectador?
Yo creo que se van a sentir identificados sí o sí hayan sido víctimas o torturadores. A veces la víctima acaba convirtiéndose en torturador y viceversa. Es terrible. Conozco un caso de un chico que al ver el sufrimiento de otras personas me comentó sorprendido que había sido el agresor y entonces se daba cuenta de que lo había hecho para que no ser el agredido y que no le hicieran bullying a él. Al final les va a tocar emocionalmente a los maestros, a mis padres, a mis amigos del barrio. Es algo que o lo hemos vivido o lo hemos visto a través de amigos. Va a ser reconocerse en qué momento o qué personaje han tenido en cada acto de odio, porque al final son actos de odio.
¿Viajará ‘La tetraplejia de Cor’ a más ciudades después de pasar por el Gran Teatro de Cáceres?
Se estrenó hace un par de años en Madrid haciendo temporada en el teatro El umbral de primavera. Ahora lo traigo a Cáceres porque habla de la historia de mi vida. Y la historia de mi vida tiene que confrontarse con la que han vivido la gente que ha formado parte de ella, para verse reconocidos o no dentro de mi historia. Después, la obra va a ir a muchos festivales nacionales e internacionales.
¿Qué otros proyectos se encuentran en el horizonte de Santi Senso?
Siempre hay proyectos en el horizonte para volver a Latinoamérica. En España también, para compartir estos ‘actos íntimos’ en teatro, cine, pintura o fotografía. Ahora estoy con unas propuestas muy poderosas. Para mi próximo trabajo, en el que estoy imbuido, me encuentro investigando y adquiriendo conocimientos sobre las adicciones. Lleva a repensar: “¿Soy adicto? ¿A qué soy adicto?¿Qué otras adicciones hay nuevas y contemporáneas han surgido ahora al margen de otras como el alcohol, las drogas o el tabaco?”. Me remueve mucho sobre todo hacia dónde nos lleva una adicción, porque desemboca a otras enfermedades y estados emocionales.
Andrea Hernando Garlito
