Aunque son muchos los campeones que tenemos por las vegas del Guadiana en fútbol, pádel, atletismo, tenis…, el encuentro de esta tarde ha sido muy especial, quizás porque en esta ocasión se trata de Emilio Moreno Tejera, un campeón en una disciplina muy poco conocida, al menos para mí, que no suele tener mucho eco en los medios de comunicación y que es muy poco habitual en nuestras manidas redes sociales. Tal vez, si saliésemos a la calle y preguntásemos por los principales ajedrecistas a nivel nacional o internacional, nos podríamos encontrar con que muy pocos de nosotros sabríamos dar acertada cuenta de ello, yo el primero.
Y, como os digo, por estos lares, paseando por Valdelacalzada en plena celebración de su 75º Aniversario, te puedes encontrar nada más y nada menos que con todo un Maestro Internacional de Ajedrez que responde al nombre de Emilio Moreno Tejera, que gran parte de la vida la ha pasado frente a un tablero de ajedrez, con el que ha alcanzado los más importantes títulos regionales y nacionales, tanto a nivel individual como por equipos, y que aún conserva la candidez y frescura de aquel imberbe que otrora en la camilla de su casa se enfrentaba con blancas o negras, eso daba igual, a su padre en infinitas partidas en las que, ahí sí, derrochaba toda su fiereza. Este es, ni más ni menos, Emilio, del que os voy a contar, a renglón seguido, su brillante y ejemplar trayectoria.
Responde a mi invitación y, tal y como quedamos, se presenta en mi casa con inusual puntualidad británica, dispuesto a compartir con nosotros su impecable trayectoria, que, mucho me temo, a duras penas seré capaz de resumir en esta breve publicación.
Tras los pertinente saludos y cumplidos, y dado que él viene a lo que viene, le falta tiempo para sentarse y comenzar su relato, contándome que todo comenzó en casa, con su padre, Emilio también; él fue quien le enseñó los movimientos de cada una de las piezas y con el que se despachaba abierta y entrañablemente en partidas que no iban mucho más allá del entorno familiar. Me cuenta que él es un ajedrecista “de vocación tardía” porque comenzó más bien tarde, entendiendo por tarde los 11 años porque, según me indica Emilio, la edad más adecuada para comenzar suele estar en torno a los ¡4 años!
Sus inicios los podemos situar en el Club de Ajedrez San Francisco, de Badajoz, con el que rápidamente comienza a destacar en las diferentes competiciones en las que participa, tanto a nivel regional como nacional, y con el que consigue, con tan solo 13 años, un cocampeonato nacional en categoría sub14. Este será el inicio de su fulgurante y exitosa carrera y, a partir de este momento, se situará en los primeros puestos de los ranking regional y nacional.
Pero la vida da muchas vueltas, no todo es tan fácil y bonito como se pinta, y resulta que esta prometedora carrera que Emilio ofrecía con tan solo 17 años va a sufrir un paréntesis de unos 10 años aproximadamente, coincidiendo con su etapa de formación universitaria, al final de la cual va a obtener el título de Ingeniería Superior en Arquitectura, campo en el que actualmente ejerce como profesional.
Afortunadamente, tras su etapa universitaria retoma su carrera como ajedrecista, se enrola en el laureado Club de Ajedrez Magic de Extremadura y, ya en categoría absoluta, comienza de nuevo con sus participaciones en las principales competiciones regionales y nacionales, en las que cosecha nuevos triunfos que le van a permitir conseguir las preceptivas normas y puntos necesarios para poder hacerse con el título que a fecha de hoy ostenta, Maestro Internacional de Ajedrez, y a tan solo un paso de conseguir la máxima categoría que un jugador puede alcanzar en este deporte, la de Gran Maestro Internacional de Ajedrez, título que en Extremadura tan solo posee el segedano Manuel Pérez Candelario, amigo y compañero de Emilio en el Magic Extremadura, principal club extremeño, actual campeón regional de ajedrez y único de la región que compite en categoría nacional. Añadir que en este club extremeño militó el famoso jugador noruego Magnus Carlsen, campeón del mundo de ajedrez (segundo campeón más joven de la Historia, después de Garry Kaspárov) y uno de los ajedrecistas más importantes en la historia de este deporte.
La conversación avanza y Emilio se va emocionando por momentos. Intento seguirle en sus explicaciones, pero esto del ajedrez no es fácil, la verdad. En mi afán de engancharme al relato le pregunto por sus ídolos actuales y, rápidamente, me nombra al letón, nacionalizado español, Alexéi Shirov, con cuyo juego de ataque y búsqueda de complicaciones Emilio se siente muy identificado y de quien es un gran admirador. También me nombra al indio ‘Vishy’ Anand, Gran Maestro de Ajedrez y decimoquinto Campeón del mundo desde 2007 hasta 2013, famoso por la rapidez de su cálculo y movimientos, considerado quizás el jugador más grande de ajedrez rápido de todos los tiempos. Su destreza en esta modalidad de juego le ha valido el apodo de ‘The kid lightning’ (‘El niño relámpago’). También me habla de la que, según él, es la mejor jugadora femenina de ajedrez de la historia, la húngara Judit Polgár, que ostentó la primacía del ajedrez femenino desde 1989 hasta su retirada en 2014, siendo capaz de derrotar hasta a 11 campeones mundiales en ajedrez rápido o clásico.
Emilio me insiste mucho en que destaque el experimento al que el padre de Judit Polgár sometió a sus tres hijas, Sofía, Susan y Judit (Maestra Internacional la primera y Grandes Maestras Internacionales las otras dos), consistente en un programa educativo particular en donde el ajedrez se encontraba presente en un lugar preferencial. El padre insistió en que las hijas no participaran en torneos femeninos, sino solo en los absolutos. László Polgár demostró que los niños pueden conseguir logros excepcionales si se les forma en una materia especializada desde una edad muy temprana. Dicha formación se basó en ajedrez y esperanto, lo cual le acarreó a Lászlo un roce con las autoridades húngaras por considerar estas que la educación en el hogar no tenía un enfoque socialista. Judit consiguió el título de Gran Maestro Internacional a la edad de 15 años y cuatro meses, convirtiéndose en su momento en la persona más joven en obtenerlo, rompiendo el récord que ostentaba anteriormente el ex campeón del Mundo Bobby Fischer (este último, me confiesa Emilio que, para él, es el mejor de todos los tiempos).
Me intereso también por el nivel de Extremadura en España y la cosa parece ser que no está muy allá, que más bien está flojita. El mejor, hoy por hoy, es Manuel Pérez Candelario (Gran Maestro Internacional), siguiéndole de cerca varios Maestros Internacionales (tan solo tres extremeños), entre los que se encuentra nuestro protagonista de hoy. Barcelona y Madrid están a la cabeza, lógicamente por grueso poblacional y también por acarrear la mayor parte de los torneos que se organizan en España. Hacen falta patrocinios y subvenciones fuertes para potenciar este deporte, porque son muchos los extremeños que lo practican y no menos los beneficios que aporta a la persona.
Sobre esto último también le pregunto a Emilio y me cuenta lo siguiente. El ajedrez, según este Maestro Internacional extremeño, valviense para más señas, supone disciplina, sacrificio, esfuerzo, y respeto al contrario y al juego como tal. Me insiste que, aunque no lo parezca, es una disciplina muy cruel y “muy agresiva”, pero en la que se necesita mucho autocontrol para aceptar la derrota y admitir que el contrario es mejor que tú y al que, al finalizar cada partida, estrechar su mano supone un gesto casi preceptivo.
El silencio y la concentración que supone una partida de ajedrez que puede llegar a durar hasta seis o siete horas provoca que estos jugadores alcancen un nivel muy alto en su capacidad de análisis y de toma de decisiones, aspecto esencial este último en el ajedrez y que también revierte en la personalidad del ajedrecista. Son varias las comunidades autónomas y administraciones locales que han optado por incluir en sus planes de estudio y en las programaciones culturales de sus municipios la práctica del ajedrez, precisamente por todos los beneficios que reporta a quienes lo practican, y de lo que nuestro protagonista es un buen botón de muestra.
Emilio es un tipo bonachón, buen conversador, agradable en el trato y buen ‘escuchador’, si es que existe esta palabra. Es una persona reflexiva, con una precisa seriedad cuando se hace necesario y, un detalle no poco importante, puntual en sus citas. Todo esto es lo que Emilio ha cosechado tras casi toda una vida dedicada a una de sus pasiones, porque el ajedrez para él lo es. Ha sabido compaginar su vida profesional, muy intensa por cierto, con esta pasión hacia el ajedrez y hacia la difusión y enseñanza de esta importante y a menudo denostada disciplina que es el ajedrez.
No puedo evitar, porque lo tenía en la talega, preguntarle a Emilio por el famoso y popular Rey Enigma, ese fenómeno que triunfa en los programas de televisión y que logró hacer tablas con el gran Anatoli Karpov en el programa ‘Got Talent’. ¿Quién es Rey Enigma? Emilio me cuenta que hay gente que ha creído que él era Rey Enigma, pero nada de ello es cierto, Emilio no es Rey Enigma. Lo cierto y verdad es que está haciendo mucho por el ajedrez, por su difusión y promoción. Rey Enigma va por todos sitios, por parques y plazas de muchas ciudades, para enfrentarse a todo el que lo desee, y esa desconocida identidad hace de él todo un atractivo que juega a favor de él y que redunda en favor de acercar el ajedrez a la gente de a pie.
No puedo olvidar que cuando Emilio entraba esta tarde por la puerta de mi casa venía con un nuevo título bajo el brazo, el Campeonato de Extremadura por Equipos Ritmo Clásico de Ajedrez 2024, esta vez ante el Ágora Ajedrez de Cáceres, con nueve victorias de nueve posibles, levantando de esta forma su vigésimo cetro regional. Desde sus comienzos, allá por la temporada 2002-03, el Magic tan solo ha cedido el título en dos ocasiones, en 2008 y en 2018 ante el Club Ajedrez Ajoblanco y ante el Iacere Casareño. ¡Enhorabuena, campeones!
Bueno, Emilio, decirte que para mí ha sido todo un placer haber compartido esta intensa y larga charla contigo. He aprendido mucho y has conseguido adentrarme en un mundo absolutamente desconocido para mí como es el ajedrez, te lo agradezco enormemente. Mi más sincera felicitación por todos tus logros, y vaya también por delante mi admiración por esa dedicación y por tu larga y exitosa trayectoria en una disciplina tan poco mediática como es el ajedrez.
Espero que en breve podamos mantener una nueva conversación y que esta coincida con el momento en el que alcances la categoría de Gran Maestro Internacional, que estoy seguro de que llegará más pronto que tarde. Créetelo, que sí.
Un abrazo muy fuerte para tus padres, ellos han tenido mucho que ver en todo esto.
