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Women Space Extremadura. Asociación de mujeres científicas, ingenieras y tecnólogas de Extremadura. Grada 161

Women Space Extremadura. Asociación de mujeres científicas, ingenieras y tecnólogas de Extremadura. Grada 161
Foto: Cedida
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La Asociación Women Space Extremadura surge en un evento organizado por el Parque Científico y Tecnológico de Extremadura en noviembre de 2019. En este evento nos reunimos mujeres de la Universidad de Extremadura de distintas áreas de conocimiento, docentes de enseñanzas oficiales de la región y mujeres de empresas socias del parque. En esta reunión se recogió la inquietud de muchas mujeres respecto a nuestro papel en la ciencia, la ingeniería y la tecnología.

Durante 2020 comenzamos a trabajar en nuestros estatutos y a contactar con otras asociaciones de mujeres, compartiendo inquietudes y aprendiendo de su experiencia. La pandemia provocó un parón, pero resurgimos, si cabe con más ganas, después del verano de 2020.

Frente a los retos que plantea a nuestra sociedad esta situación que vivimos queremos ser un motor de cambio para las futuras generaciones, por un mundo mejor, más justo y democrático. En noviembre 2020 hicimos nuestra asamblea constituyente, y desde abril de 2021 estamos formalmente constituidas.

La asociación la formamos matemáticas; físicas; biólogas; químicas; ingenieras agrónomas, industriales, informáticas; ingenieras de diseño industrial; estudiantes de ciencias; estudiantes de doctorado; jóvenes investigadoras; mujeres que trabajan en empresas agroalimentarias, en empresas de automatización, en empresas de informática, de consultoría para la digitalización, de desarrollo de contenidos, en empresas de logística, en empresas de energía y medio ambiente; emprendedoras, etc.

Un variado y nutrido grupo muy entusiasta. Casi 80 mujeres esperando trabajar, contar su experiencia profesional y colaborar en las actividades que organiza la asociación o a las que nos invitan. Casi 30 de ellas, como socias fundadoras, dando un paso adelante desde el primer día. Y en la junta directiva 11 mujeres que no nos conocíamos, que no nos habíamos visto nunca y que estamos entusiasmadas.

Los principales objetivos de la asociación son:

  • Dar visibilidad, al papel y al trabajo que hacen las mujeres en ciencia, ingeniería y tecnología, intentando construir y mostrar referentes femeninos en la región.
  • Romper con ideas rígidas y estereotipos y crear valores nuevos.
  • Empoderar a las niñas a que sean lo que quieren ser, por supuesto científicas, ingenieras y tecnólogas.
  • Habilitar tecnología desde la perspectiva femenina.
  • Y, como he dicho, ser un motor de cambio para las futuras generaciones, por un mundo mejor, más justo y democrático.

Poner en valor el papel y el trabajo de las mujeres en ciencia y tecnología pasa por cambiar el discurso. Hablar de lo que ya hemos conseguido, de la situación en la que estamos, ir creando esos referentes, e identificar qué nos falta, dónde podemos mejorar y demandar los cambios necesarios. Hay que cambiar el discurso paternalista y condescendiente sobre la presencia de mujeres en ciencia, ingeniería y tecnología.

Los lectores puedes consultar los informes anuales del Ministerio de Educación, por ejemplo el referido a los datos del sistema universitario español de 2019-2020.

Hay muchos datos y muy curiosos; por ejemplo, en las universidades españolas, en todos los niveles educativos, grado, master y doctorado, en valores absolutos, sin desagregar por área de conocimiento, las mujeres son mayoría; con lo que la primera lectura es que la presencia de la mujer, en la formación superior, está normalizada.

Si hablamos de áreas de conocimiento, según la catalogación del Ministerio de Educación, la presencia de las mujeres va desde el 70% en Ciencias de la Salud (Medicina, Enfermería, Farmacia, Veterinaria, Fisioterapia, Psicología, Biomedicina, Odontología, Óptica y optometría, Psicología, etc.), hasta el 30% en Arquitectura e Ingeniería (Arquitectura, todas las ingenierías, desde minas, industriales, agricultura, informática, hasta las telecomunicaciones), pasando por un 51% en Ciencias (Biología, Bioquímica, Biotecnología, Ambientales, Estadística, Física, Genética, Matemáticas, Química, Microbiología, Genética, etc.) y un 59% en Ciencias Sociales y Jurídicas (Derecho, Historia, Antropología, Sociología, Economía, Dirección de Empresas, Educación, etc.).

¿Qué pasa con las vocaciones STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics)? De los datos del Ministerio de Educación debemos entender que no hay tanta presencia femenina en Tecnología e Ingeniería. Pero no solo no es un área de interés de las mujeres. Los datos de Ministerio de Educación indican que los alumnos de Arquitectura e Ingeniería han caído un 24% en los últimos cinco años y un 41% en los últimos 15 años. Creemos que requiere de un análisis más exhaustivo saber por qué no es una de las áreas de interés profesional de las mujeres, y por qué, a pesar de sus altos índices de empleabilidad, tampoco es de interés para nuestros jóvenes cuando piensan en su futuro profesional. Por cierto, yo soy Ingeniera en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid.

¿Qué pasa con la vida profesional de las mujeres? Veamos algunos ejemplos.

La judicatura en España tiene un 53,2% de mujeres, pero en ciertos organismos las cifras varían sensiblemente; en el Tribunal Supremo las mujeres suponen el 14,5% de sus magistrados, y alcanzan un 38,5% en la Audiencia Nacional.

Desde la creación de la Real Academia de la Lengua solo 11 mujeres han sido académicas, a pesar de que los estudios de Filosofía y Letras, por ejemplo, eran mayoritarios entre las mujeres. La primera mujer académica, Carmen Conde, fue nombrada en 1978.

El 70% de los docentes en enseñanzas no universitarias, es decir Primaria, Secundaria, Formación Profesional y Bachillerato, son mujeres. El 65% de los puestos directivos son ocupados por mujeres, desde el 93% en los centros de infantil hasta el 40-50% en Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional. Sin embargo, en enseñanzas universitarias estos porcentajes se reducen hasta el 40%; solo el 20% de los catedráticos son mujeres, y solo nueve de las 50 universidades públicas de España están dirigidas por mujeres.

Las mujeres son más del 60% del alumnado en Bellas Artes, una pauta similar a la del resto de Europa. Pero solo un 13,7% de las obras expuestas en las galerías y museos occidentales están firmadas por mujeres, según un estudio de Artnet y la Universidad de Maastricht.

En Ciencias de la Salud las mujeres están sobrerrepresentadas, con un 70% de los profesionales. Dos de cada tres médicos que se jubilan son hombres, dos de cada tres nuevos colegiados son mujeres. Hay un 85% de enfermeras y un 65,7% de farmacéuticas. He leído en distintas fuentes el concepto de profesiones feminizadas, y en algunos casos se estudia como un problema; con condescendencia, se habla de las mujeres en estas profesiones por el interés por los cuidados, mientras que sus colegas varones salvan vidas.

Hablamos de Ciencias, donde el 51% de los estudiantes de Grado son mujeres. En las ‘bio’ las mujeres vuelven a ser mayoría, disciplinas que concentran un porcentaje importante de la investigación en el mundo. Sin embargo, el número de científicas está por debajo del de científicos. Los datos de CSIC lo corroboran. Es importante que cuanto más jóvenes son los investigadores más alto es el porcentaje de mujeres.

En Arquitectura e Ingeniería los porcentajes de mujeres bajan hasta el 29%. Estoy convencida de que una de las razones que hacen que chicas no estudien Ingeniería o Tecnología es porque no tienen referentes femeninos que les cuenten que el soporte de la ciencia, la investigación y la salud es la tecnología.

Y si hablamos del mundo de la empresa todos los niveles educativos preparan a sus egresados para incorporarse al mundo laboral. ¿Qué pasa con las mujeres en la empresa? Solo el 25% de las empresas españolas cuenta con al menos un 40% de representación femenina en sus consejos de administración. En cuanto a la presidencia de empresas TIC parece que el porcentaje de directivas es mayor que en sectores tradicionales y sube a un 30%, que se corresponde con el porcentaje de mujeres en estudios de Ingeniería. Probablemente el sector TIC tenga menos sesgo de género. Pero las directivas de las empresas TIC son economistas en la mayoría de los casos, no ingenieras.

Las mujeres, de todas formas, no solo dirigen empresas, trabajan en ellas. ¿Qué conclusiones podemos sacar de estos datos? Muchas, y seguro que distintas a las que voy a comentar.

En casi todos los datos que he referido la presencia de la mujer no es homogénea cuando se habla de directivos, de directores, de catedráticos, de investigadores, cuando el nivel profesional aumenta. Esto es el techo de cristal. Cuando las decisiones no son objetivas están sesgadas, y las mujeres perdemos.

Tenemos dar visibilidad a las mujeres, a su trabajo. No podemos consentir que los libros de texto no incluyan mujeres, que no encontremos expertas, que no haya referentes, que no se conozca a las investigadoras o a las mujeres de empresa. Hay que romper estereotipos y cambiar el discurso.

Hay que crear referentes, esas mujeres que ya tienen una trayectoria profesional de la que hablar; se debe hablar de lo bueno y de lo malo, de los éxitos logrados, de los errores cometidos, del camino recorrido. Tenemos el síndrome del impostor, que supone tener la sensación de no estar nunca a la altura, de no ser lo suficientemente buenas, competentes o capaces.

Durante la pandemia se han manifestado como pilares de nuestra sociedad la salud, la investigación y la educación. Sectores en los que las mujeres tienen un papel fundamental. Todos aplaudimos el trabajo de los sanitarios durante la pandemia, pero poco se habla de que entre los sanitarios las mujeres son mayoría. Nos han cuidado y han salvado muchas vidas, las dos cosas.

Necesitamos medidas de conciliación que permitan compatibilizar la vida personal con la vida profesional. Tenemos índices de natalidad en España que generan un problema demográfico. Las bajas paternales igualan el tiempo que los hombres desaparecen de sus empresas, pero no resuelven el problema. Los pediatras aconsejan la lactancia materna hasta los seis meses. La baja maternal y la lactancia acumulada no son suficientes. Los colegios no tienen horarios compatibles con ningún horario laboral. Los abuelos, la familia, no son suficientes.

Son necesarias políticas de igualdad que permitan objetivar los procesos de promoción y desarrollo profesional, que eviten los techos de cristal.

Las mujeres pueden estudiar lo que quieran, en el ejercicio de su libertad personal y tener en el ejercicio de su profesión los mismos derechos y oportunidades.

La ciencia y la tecnología están en el avance y en el futuro de la sociedad, y debemos estar presentes. Esta es la razón por la que tenemos que incentivar las vocaciones femeninas en tecnología, para conquistar la parcela que nos pertenece. Hay que normalizar la presencia de la mujer en ingeniería y en tecnología.

Se debe trabajar desde la infancia evitando los roles de género, integrando la tecnología en las aulas, desarrollado habilidades digitales en los niños, incorporando mujeres en los libros de texto en todas las áreas de conocimiento.

Todo esto de lo que hablamos no tendrá sentido hasta que las mujeres dejen de ser discriminadas, maltratadas. Tenemos que trabajar por aquellas mujeres que no han tenido las mismas oportunidades que nosotras. La educación es la clave para la igualdad. Ese es el empeño en Women Space Extremadura.

Dorotea Izquierdo

 

 

 

Algo de mi CV:
Ingeniera en Informática por la Universidad Politécnica de Madrid, Diploma de Estudios Avanzados y Suficiencia Investigadora por la Universidad de Extremadura. Profesora asociada del departamento de Ingeniería de Sistemas Informáticos y Telemáticos de noviembre de 2002 a febrero de 2010, con docencia en las Licenciaturas de Documentación y Comunicación Audiovisual.

Desde octubre de 2006 formo parte del equipo de gestión del Centro de Indra Producción de Software en Badajoz. Indra ha ido creciendo desde 2004 y consolidándose hasta tener, aproximadamente, 300 ingenieros y técnicos superiores de distintas especialidades dedicados al desarrollo de software, prácticamente todos ellos formados en la Universidad de Extremadura y en centros de formación técnica superior de la región. En Indra, entre otras actividades, coordino el equipo de proyectos sobre Onsait Platform, la plataforma IoT de Minsait, marca Indra.

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