Pese a las adversas circunstancias actuales el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida afronta un año lleno de proyectos que redundarán en beneficio del yacimiento emeritense.
En este sentido, a la espera de la recuperación de la dinámica turística en los monumentos, la institución continua desarrollando y planificando proyectos destinados a documentar, conservar, adecuar y difundir el patrimonio de la ciudad, con la colaboración de arqueólogos, museógrafos, arquitectos y restauradores de la institución.
Proyectos como la segunda fase de adecuación del teatro y el anfiteatro, la renovación de la adecuación de la Alcazaba, los Columbarios, el Pórtico del Foro, la renovación del Centro de Interpretación de la cripta de la basílica de santa Eulalia o el Centro de Interpretación en un solar de la calle Dávalos Altamirano son algunos de ellos.
En esta planificación se enmarca la finalización de la redacción del proyecto para la conservación y restauración del anfiteatro, que ha sido encargado a ‘Monumenta’, empresa especializada en Patrimonio. El proyecto de restauración y consolidación del anfiteatro, redactado por los arquitectos Lola Miralles y Gerardo Francisco Úbeda, tiene como objetivo el estudio profundo de las patologías de la edificación y el desarrollo de todas las intervenciones necesarias para su conservación.
Debido a la inexistencia de una planimetría exacta, en primer lugar hay que realizar un levantamiento planimétrico de la totalidad del edificio. Para ello, se usa una metodología ‘Lidar’ de última generación, que permite obtener una precisión milimétrica de la toma de datos mediante una nube de puntos sobre la que trabajar en un entorno en dos y tres dimensiones.
Se ha desarrollado un extenso mapa de patologías, que han sido agrupadas en diversos conjuntos de tipo físico, químico, biológico y ambiental; se han observado ciertas congruencias sobre grupos particulares de elementos que componen el edificio, como las grandes superficies de muros de mampostería, bóvedas, necesidades de consolidación de terrenos, sillería y, como elementos principales, los grandes volúmenes de opus caementicium.
Para subsanar estas patologías se ha desarrollado un vasto conjunto de planos dedicados en exclusiva a la actividad restauradora, identificando cada una de las patologías con sus métodos de intervención.
En esta línea de trabajo se acometerá próximamente un proyecto similar sobre el circo romano de Mérida.