Tras su paso por Salorino, parte del elenco de artistas de la sexta edición del programa de arte urbano de la Diputación de Cáceres ‘Muro crítico’ se traslada al municipio de Torrejoncillo, donde están creando tres murales distintos en contenido y estilo artístico.

Los murales se localizan en el número 32 de la carretera de Ciudad Rodrigo, donde Manolo Mesa realizará un mural dedicado a la tradición alfarera y tinajera de Torrejoncillo; en el número 1 de la calle Polear, con un trabajo sobre la resiliencia, de Caín Ferreras; y en la Plaza de Cáceres de su pedanía, Valdencín, con Digo Diego creando un mural para reivindicar el derecho a la vivienda y reflexionar sobre posibles soluciones.

Hasta el 15 de mayo los vecinos será testigos del proceso creativo y del diálogo entre arte, sensibilización y entorno rural propuesto por cada uno de los artistas, que culminarán su trabajo con una visita guiada explicativa a cada uno de los murales.

Precisamente la artesanía torrejoncillana es la protagonista del cartel de esta nueva edición de ‘Muro crítico’ y es un claro guiño a uno de los objetivos principales de este proyecto de arte urbano, reivindicar la identidad rural.

Artistas participantes:

• Manolo Mesa, natural de Cádiz, se ha formado en la Academia de Bellas Artes de Sevilla y en la Universidad de Bellas Artes de Leioa. Centra sus murales en la pintura figurativa de gran formato, extrayendo narrativas a partir de piezas cerámicas de los lugares y contextos en los que interviene. Entiende los objetos cerámicos, al igual que lo hacen los arqueólogos, como muestras para entender la sociedad y, por ende, nuestro presente.
• Caín Ferreras, natural de Madrigalejo, lleva desde la década de los 90 realizando intervenciones artísticas. Artista autodidacta, encuentra en la calle los mejores espacios sujetos a ser transformados desde una perspectiva estética pero también con función social. Está interesado en el gran formato.
• Digo Diego, natural de Madrid, es educador social y artista autodidacta. Comienza su faceta artística a finales de la década de los 90, especialmente dentro de la cultura urbana. Artista comprometido con los asuntos sociales, se vale de la simbología que nos rodea en lo cotidiano y la combina con geometrías y abstracción para generar nuevos significados, siempre buscando una mirada crítica encaminada a la transformación social.