Antes de tomar ninguna decisión hay que leer las nuevas condiciones contractuales que propone el banco. Si ya estamos muy vinculados, porque tenemos nuestra nómina y recibos en la entidad y, además, otros productos como seguros, fondos o préstamos, probablemente ya cumplamos los nuevos requisitos y podamos seguir disfrutando de una cuenta sin gastos de mantenimiento.
En caso contrario, podemos valorar si vale la pena adaptarse a las nuevas condiciones. Si ahora la banca nos exige, por ejemplo, mantener un saldo mínimo o domiciliar varios recibos, quizá nos salga a cuenta. No obstante, si las nuevas condiciones para operar gratuitamente requieren que contratemos otros productos que cuestan dinero, como un seguro, debemos valorar si las ventajas de la cuenta compensan ese coste adicional.
En cualquier caso, no es recomendable contratar productos adicionales que no necesitamos solo para esquivar las comisiones de una cuenta corriente, ya que hay bancos que no cobran comisiones por las cuentas, incluso si no se asume ningún tipo de vinculación.
Otra opción es comprobar si la entidad comercializa otras cuentas corrientes que sean gratuitas y cuyos requisitos de vinculación sean más asequibles. En ese caso, podemos solicitar el cambio. Eso sí, debemos tener en cuenta que los bancos reservan algunas de sus mejores ofertas para los nuevos clientes, por lo que no siempre nos permitirán cambiar.
La alternativa más drástica es terminar la relación con la entidad y comenzar a trabajar con una nueva. Muchos bancos comercializan cuentas corrientes sin comisiones e, incluso, sin vinculación para nuevos clientes, por lo que no nos debería resultar complicado encontrar una oferta atractiva. Si, además, podemos domiciliar ingresos regulares, tendremos acceso a cuentas nómina con ventajas exclusivas.
Antes de abrir una cuenta corriente nueva debemos verificar que cumplimos las condiciones que exige la entidad. Además, es importante comprobar si cobra comisiones y si las tarjetas de débito o de crédito son gratuitas. También debemos verificar de qué cajeros permite retirar efectivo gratis y, en función de nuestra operativa habitual, si deja pagar con el móvil, usar Bizum, etc.