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Paco Estévez, del sindicato FSIE, opina sobre la Ley Celaá en cuanto a la educación especial

Paco Estévez, del sindicato FSIE, opina sobre la Ley Celaá en cuanto a la educación especial
Foto: Cedida
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El responsable de discapacidad en la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza de Extremadura (FSIE), que lleva 24 años desarrollando su trabajo en la Asociación de Padres de Personas con Autismo de Badajoz (Apnaba), 13 de ellos como director de su centro de educación especial, ha concedido una entrevista al portal Somosdisc@

FSIE surge en 1977, y cuenta con implantación en todas las Comunidades Autónomas, con más de 25.000 afiliados a 45 sindicatos de carácter local, provincial o autonómico. Su ámbito de actuación es la defensa de los intereses y derechos de los trabajadores del sector de la enseñanza privada y de la atención a la discapacidad y la libertad de enseñanza.

En la entrevista, entre otras cuestiones, se detiene en la inclusión del alumnado con discapacidad, para el que defiende una inclusión real, sea en un centro ordinario o en un centro específico, que también desarrolla esa tarea: “los centros de educación especial vienen haciendo desde sus comienzos una función totalmente inclusiva, tanto en el sistema educativo como en nuestra sociedad”, explica.

Recuerda que el centro educativo de Apnaba ha apostado por la escolarización combinada, que consiste en la transición paulatina de los alumnos al sistema educativo ordinario, pero lamenta que en pocas ocasiones se ha cumplido el objetivo: “la mayoría del alumnado en situación de combinada terminaba finalmente sus estudios en nuestro centro específico de educación especial”.

De ahí que considere un error que se esté planteando la desaparición de los centros de educación especial, como anticipa la Lomloe, conocida como la ‘Ley Celaá’.

En la misma entrevista también hace un repaso sobre la incidencia de la situación actual, ocasionada por la Covid-19, en el sector de la discapacidad. Durante el confinamiento se dejaron de prestar los servicios habituales, excepto los de residencia y vivienda, y tras el cese del estado de Alarma se abrieron paulatinamente los centros de día y centros ocupacionales, “y comenzaron a funcionar los centros de educación especial, así como los servicios de atención temprana y habilitación funcional, entre otros, como el ocio y tiempo libre, etc.”.

Ha querido destacar el trabajo y la implicación de los profesionales de estos centros, que se han enfrentado a una situación muy difícil por las necesarias medidas de seguridad sanitaria, difíciles de cumplir por las características de muchos centros y por el inevitable contacto estrecho con las personas con discapacidad a las que atienden.

Entrevista completa.

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