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Parlamento rumano, la injustificable locura de Nicolae Ceaușescu

Parlamento rumano, la injustificable locura de Nicolae Ceaușescu
Foto: Cedida
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No estamos ante una construcción al uso porque, cuando se erigió, era el mayor edificio administrativo del mundo, solo superado por el Pentágono en Estados Unidos, un edificio de carácter militar.

Esta obra faraónica, ideada por el dictador Nicolae Ceaușescu en Bucarest, solo podría ser fruto de una mente megalómana y poco empática con su pueblo. Un derroche injustificable difícil de entender por una mente lúcida.

Esta locura arquitectónica no deja de ser un recordatorio de la negra época comunista que durante décadas sufrió Rumanía. Ahora es visita obligada por cuantos desean recorrer esta preciosa capital. No obstante, no debe olvidarse que su construcción supuso miseria, la muerte de muchas personas, la demolición de una parte importante de la ciudad (más de 7.000 casas y templos) y el traslado forzoso de multitud de familias.

Allí trabajaron en turnos alrededor de 20.000 obreros y cientos de ingenieros y arquitectos, 24 horas al día todos los días de la semana. No es de extrañar que sea uno de los edificios más costosos de la historia. Muchos trabajadores (no se puede saber una cifra exacta) murieron durante la construcción, y aún se cree que algunos están sepultados bajo esas inabarcables toneladas de hormigón.

Para su construcción se utilizaron materiales de primera calidad de producción nacional (mármol, cristales, oro, alfombras o maderas de todo tipo). Cuenta con más de mil salas, infinidad de pasillos, incontables halls, 12 plantas en superficie y otras tantas bajo tierra…

Conocido en tiempos del dictador como la ‘Casa del Pueblo’, se levanta sobre la colina Spirii, uno de los puntos altos de la ciudad. Esta descomunal locura, que se extiende sobre una superficie de 340.000 metros cuadrados, es la sede del Parlamento rumano, que solo ocupa un 30% del total.

En 1989, cuando se produjo la revolución que acabó con el régimen, solo estaba acabada el 60% de la construcción. Los gastos de mantenimiento son de vértigo, por lo que, junto a sus funciones legislativas y políticas, es reclamo para organizar eventos o rodaje de películas, para obtener ingresos adicionales.

La discutible belleza del edificio no debe hacernos olvidar que tras esta construcción hay mucho dolor, miles de familias desalojadas de sus casas, un país endeudado y mucha desolación para millones de personas.

Es conveniente ahondar en la historia de los edificios y lugares que se visitan para entender los motivos de numerosos episodios históricos. Este edificio, testimonio de la historia de Rumanía, no deja de ser también, a pesar de su majestuosidad, el vergonzoso testimonio de la ambición desmedida de un dictador.

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