La mirada de un niño
Hace poco me senté junto a Pablo, un niño alérgico al trigo. Disfrutaba de su merienda adaptada con una linda cara de felicidad. Pablo era feliz con algo tan sencillo como unos churros con chocolate sin gluten. Tenía una mirada bonita y confiada, la de un niño junto a su mamá disfrutando de la vida. No pude evitar acordarme de la mirada de ¿Abdel? Ni siquiera sé su nombre. Da igual. Llamémosle Abdel. Es ese niño de mirada temblorosa, de rostro dolorido, que nos mira desde las enormes pantallas de nuestros televisores de mundo acomodado. Él nos interroga sin palabras sobre cómo estamos permitiendo que su vida, y la de otros muchos miles de niños, no valga nada, y más precisamente ahora que nos aprestamos a celebrar el nacimiento de aquel otro niño.
No podemos permanecer impasibles. Todos los asesinatos son repudiables, vengan de donde vengan, pero no olvidemos que “ojo por ojo y al final todos ciegos”, que dice el refrán. Tenemos que conseguir que la paz se imponga, y que las buenas gentes puedan rehacer sus vidas y empezar a restañar su dolor. Los gobiernos e instituciones internacionales se lo deben. Nos lo deben.
Nuestro perfil de este mes está dedicado a la Fundación CB, heredera de la obra social de la extinta Caja de Badajoz, y sus diez años de existencia dinamizando la vida cultural de Extremadura y con muchos proyectos a la vista. También nos hacemos eco del 25 de noviembre, Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, que daña y mata mucho, demasiado. Luchar contra ella sigue siendo tarea de todos.
Es tiempo de pensar y de disfrutar. Nuestra tierra está repleta de actividades para celebrar la Navidad. Vívanla intensamente, y sobre todo junto a las personas más queridas. No dejen para mañana lo que puedan vivir hoy, ahora mismo, con ellas. Cada día es una nueva página de la vida por escribir. Háganlo sabiendo que ese día, esa vivencia, será única e irrepetible. Disfruten de la Navidad y cuenten con nuestros mejores deseos para todos. Sean felices.