Avanza junio barajusteando silencios y, haciendo más preguntas que otras veces, quiere aplazar las despedidas y los besos de los enamorados. Llegarán mentiras por las esquinas, todo es sumar, o restar, según como se mire. Todavía quedan risas sin zapatos, como antes.
No refunfuñen, y dejemos que nos salpique la luz de los silencios en las calles mágicas de nuestra ciudad, ahora que dicen que llueve con conocimiento.
“En el hoy están los ayeres”, que venía a decir Borges.
El 2 de junio, viernes, viajamos hasta Azuaga, la bella, señal de todo, donde uno se pierde si es adicto a la luz; frontera ya con Córdoba, la llana, y con Sevilla, la que escribe cada madrugada versos nuevos. Allí, en ese templo de la cultura, en la librería-café Alejandría, que dirige Manuel Calero Vázquez con su mujer Ángela, presentamos el libro ‘Plaza Alta. 100 artículos de Hoy’, junto a Antonio Vera.
Por allí estuvieron (y algunos leyeron) Pepa Gómez Bustamante, Lola Moruno, Antonio López Carijo, Julio Alejandre y tantos otros. De Hinojosa del Duque llegaron, a pesar de la lluvia, Teo, viuda del recordado Bernardino Montenegro, y su hija Mayte; su marido y sus dos hijos, y tantos amigos de aquella acogedora comarca. Una veintena de personas sensibles, que disfrutamos con la literatura y con la música que nos puso la lluvia. Fue una noche cargada de emociones. Hasta casi la lágrima. Por teléfono nos deseó suerte Rafael Haskel, que acaba de presentar su nuevo libro, ‘Dulce resaca’.
Lo había dicho el doctor Campillo cuando vio el cartelito que había puesto Cheli, dueño y señor del bar y sus lindes, pinturero y bailarín, aquella noche del encuentro de escritores con el club de lectura del Centro de Mayores de Santa Marina, en Badajoz. Magia y duende, apoteósico final, con la guitarra de José Manuel Trejo, que nos llevó a un baile emocional, casi conseguimos arrancar a la escritora japonesa Noriko Yamashita. Magnífica organización por parte de la Concejalía de Servicios Sociales, cuyo concejal, Antonio Cavacasillas, estuvo presente y nos dirigió unas palabras de agradecimiento; todo fue coordinado por la incansable María Muñoz.
Se entregaron los premios de poesía y prosa de Santa Marina; un año más, lleno hasta la bandera. La gente estuvo de pie, y aguantó la hora y pico que duró el acto. Una velada emocionante. Una delicia poder escuchar la voz de los más pequeños, observar su nerviosismo al recoger el premio. Al inicio del acto el vicepresidente, Jaime Olivera, dirigió unas palabras al público asistente disculpando al presidente, Francisco Crespo, ausente por enfermedad.
Estuvieron presentes algunas autoridades: el alcalde, Ignacio Gragera; la concejal de Cultura, Paloma Morcillo; y Antonio Cavacasillas. También algunos de nuestros patrocinadores: Miguel Luna, de El Corte Inglés; Antonio Medina, de Caja Rural; Manuel Piedehierro y Francisco Montilla, de Cajalmendralejo, que entregaron algunos premios. Así como algunos de los miembros de nuestra junta directiva: Jaime Olivera, José Manuel Garofano y Rafael Sequeda. Del jurado estuvieron presentes Maribel Núñez Arcos y Fernando Garduño Maya; Ángel Fernández Regaña justificó su ausencia.
Aumenta la crispación política. Hay que ir a misa temprano, igual que a votar, así tenemos los pecados perdonados y ponemos el cuentakilómetros a cero.
Es triste comprobar cómo cada día aumentan las agresiones machistas, y también el acoso escolar, (‘bulling’, me resisto); algo que hasta hace poco nos parecía algo lejano, de grandes capitales, ahora está ocurriendo aquí mismo, en nuestra ciudad y en nuestros pueblos, en colegios que en otro tiempo eran de prestigio. Hay que parar esta lacra desde el minuto 0, en el momento de la más mínima sospecha hay que ponerse en guardia, profesores, familia y Policía, si el acoso continúa. Dicen que las redes sociales tienen mucha parte de culpa, y es posible. Ya no amanecerá para muchos niños, y mujeres… Una vida por delante, mejor dar alegría que causar dolor. Nos escalofría la medula ¡Malditos sean!
No tocar el aire, ni la vida, ni las ilusiones
El cartelito, nos explicó Cheli, era porque algunas mujeres enredan con el mando del aire acondicionado.
Siempre habrá algún chalán, de los de antes, que nos venderá el futuro; al tiempo. Estén muy atentos ante posibles decires galimáticos, que vendrán palanderas y enpanpanajados charlatanes, con su mesiánico disfraz.
Todavía quedan risas sin zapatos
Dios da garbanzos a quien no tiene dientes
– ¡Llena otra vez, Josué, que nos vamos!
