Concluimos un año de encuentros y bonitas tardes disfrutadas con amigos y protagonistas con muchas cosas que contarnos y con unas vidas llenas de experiencias que jalonan las diferentes e impecables trayectorias de cada uno de ellos.
En esta ocasión no va a ser menos; para ello me desplazo con todos mis arreos hasta la pequeña y bonita localidad de Guadajira, entidad local menor sita al borde de la A-5 entre las vecinas Lobón y Talavera la Real, que bien merece una visita para disfrutar de su cuidada y coqueta arquitectura urbanística, dicho sea de paso.
Voy al encuentro de mi amigo José Manuel Jerez Linde, persona interesante siempre y por momentos enigmática, cronista oficial de Guadajira y que desde hace muchos años desarrolla una fantástica labor de estudio e investigación histórica que, aunque conocida y valorada por múltiples publicaciones de carácter científico, no viene mal que en una agradable e íntima conversación volvamos a poner en valor.
José Manuel me recibe amablemente en su casa de Guadajira, y tras un cordial y afectuoso saludo me invita a entrar en su hogar, que aún guarda el aire de las casas que entregaron, allá por los años 50 del pasado siglo, a todas aquellas familias que, abandonando sus antiguos hogares, se lanzaron a la aventura de la ‘conquista’ de la vega del Guadiana. En el caso de José Manuel, su familia hizo lo propio desde los pueblos granadinos de Alamedilla y de Domingo Pérez.
Desde muy pequeñito tuvo curiosidad por todo lo que concernía a la cerámica, hasta el punto que se dedicaba a recoger cualquier resto de vasija que se encontraba por la calle e intentaba, con éxito o no, su reconstrucción. Ya sé que pensarás que es una afición un tanto extraña, pero fue esa pasión por la reconstrucción de piezas de cerámica la que le motivó a contactar con el profesor emeritense Germán Rodríguez, quien, además de la docencia, se ocupaba de la dirección del yacimiento arqueológico romano de Torreáguila (Barbaño), y a ofrecerse como voluntario para trabajar en estas excavaciones con el principal objetivo de aprender a distinguir y clasificar cerámica. Esta labor como voluntario se convirtió a la postre en la base de la formación y de la posterior dedicación de nuestro protagonista al mundo de la cerámica y de su estudio.
La cerámica de Roma, su elaboración y distribución son el centro de interés de la investigación de José Manuel, que, aunque ha estudiado restos de cerámica de otros periodos, sin embargo se queda con la romana. En la conversación me comenta algo para mí desconocido, como es la importancia que tuvo en el mundo de la cerámica romana la zona de La Rioja, más concretamente el complejo alfarero de Tritium Magallum, sito en la pequeña localidad riojana de Tricio y que, junto con Andújar, fueron los dos grandes centros de fabricación y exportación de la cerámica conocida como ‘Terra Sigillata’, expresión latina que significa ‘tierra (o cerámica) sellada’ o que ha recibido estampilla o sello, referida a un característico tipo de cerámica romana de color rojo brillante. ¡Qué bonito es aprender! ¿Verdad?
Próximamente tendremos la oportunidad de tener en nuestras manos el último de los estudios que José Manuel ha realizado sobre esta cuestión, que lleva por título ‘Ceramicae Singularis. La confluencia de cerámicas en Augusta Emerita’, que pasará a formar parte de la colección de Cuadernos Emeritenses y que edita el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida.
Otra de las facetas de José Manuel es la de dibujante arqueológico. Me cuenta que en un primer momento fue una tarea forzada, que comenzó con pequeños trabajos de diseño cuando desempeñaba su labor como voluntario en Torreaguila, pero que, a fecha de hoy, le ha llevado a ser uno de los más apreciados dibujantes arqueológicos de Europa. Fruto de esta pasión posee varias publicaciones al respecto en las que podemos comprobar su maestría y perfección en esto del dibujo arqueológico. Una de estas publicaciones a las que me refiero lleva por título ‘Dibujo y Arqueología. Lvsitania IV. Una perspectiva del Siglo XX’, del año 2013 y que podéis encontrar en edición digital en www.lvsitania.es Otra más reciente, del año 2021, es ‘Dibujo y arqueología. Inicio y trayectoria de una vocación’, nº 2, de la Revista Schema.
Esto solo es una pequeña e insignificante muestra de la prolífica producción de José Manuel, que alcanza más de 60 publicaciones y estudios de corte científico, además de sus múltiples participaciones en jornadas, congresos y simposios comarcales, regionales y nacionales, en los que ha aportado muchas de las conclusiones de todas estas investigaciones, la mayor parte de ellas relacionadas con el mundo de la cerámica.
Como ya indiqué al inicio de la entrevista, José Manuel desempeña desde 2015 el cargo de cronista oficial de Guadajira, con lo que nos encontramos con otra faceta más de nuestro personaje de hoy. Como hijo de colonos que es, desde muy temprano mostró curiosidad e interés por todo lo referente al proceso de desarrollo de lo que supuso el Plan Badajoz como proyecto de transformación de toda la vega del río Guadiana. La conversación con sus vecinos mayores, el relato de los acontecimientos actuales de Guadajira, numerosos artículos en la revista de feria de su localidad y, sobre todo, su libro ‘Ruptura y continuidad en la historia de Guadajira (Badajoz)’, publicado en 2009 por la Diputación Provincial de Badajoz, colocan a José Manuel como uno de los vecinos que mejor y más en profundidad conoce la historia de su pueblo y del entorno en el que este se asentó, la ribera del río Guadajira.
Pero no acaba aquí el relato de los intereses de José Manuel, y a la cerámica, la terra sigillata y la historia local de Guadajira hemos de sumar el amplio conocimiento que demuestra tener sobre el arte sacro que encierran las iglesias de todos los pueblos pertenecientes al Plan Badajoz. Posee un importante archivo fotográfico y documental sobre todas las obras pictóricas, arquitectónicas, escultóricas y de azulejería de estas iglesias, y tiene confianza, cuando las circunstancias personales se lo permitan en poder dar a conocer el rico e importante patrimonio artístico que atesoran estos pueblos en los que trabajaron los mejores profesionales de todas estas ramas del arte (Valdivieso, Capuz, Justa Pagés, Hernández Carpe, Julián Pérez…), aunque, como matiza José Manuel, los soportes en los que ellos trabajaron no fueron siempre los mejores, lo cual incide en algunos casos en el lamentable estado de conservación de algunas de estas obras, sobre todo en las pinturas sobre tablas y la imaginería de madera.
Tiene confianza en el nuevo proyecto regional ‘Pueblos de Luz’, que desde la administración regional pone en valor la arquitectura popular y urbanística y de la riqueza mueble e inmueble de los más de 60 pueblos de colonización que hay en Extremadura. Sería bueno que este proyecto dote de presupuesto y de recursos suficientes para conseguir que no se pierda la identidad de los pueblos blancos y de luz, y que sus elementos arquitectónicos, tales como abrevaderos, dinteles, pinates, fachadas blancas… continúen estando presentes en sus calles y plazas como testimonio del trazado original de una concepción urbanística desarrollada a lo largo de la segunda mitad del siglo XX.
Bueno, como podéis ver, Jerez Linde es un pozo sin fondo, no termina de sorprender el relato que nos ha ofrecido, sobre todo lo que hasta ahora ha supuesto su infatigable y constante labor de investigación en las diversas áreas que hemos podido conocer. Por todo ello le estamos inmensamente agradecidos, la Historia se lo reconocerá y todos los amantes de la cultura de la comarca de las vegas del Guadiana y de la historia de sus pueblos seguro que se pondrán manos a la lectura de todos estos títulos que hemos podido conocer de la mano de José Manuel Jerez.
Amigo José Manuel, gracias por recibirme en tu casa, por tu amistad y por todo lo que me has aportado en esta larga e intensa conversación. Te animo a seguir trabajando tal como lo vienes haciendo a lo largo de todos estos años, y deseo de corazón que cuando las circunstancias te sean más favorables continuar con tu verdadera pasión, la historia y su relato.
Un fuerte abrazo. ¡Cuídate mucho!