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Enhebrar el tiempo. Plácido Ramírez Carrillo

Enhebrar el tiempo. Plácido Ramírez Carrillo
Presentación de Las Candelas de Santa Marina. Foto: Cedida
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Aquí seguimos emborronando nombres en las mañanas del “te quiero” y en el “vaya usted con Dios”.

En el Congreso, nuestras señorías, por el ‘sí es si’, o por Marruecos, o por el salario mínimo, andan a la gresca y nos forman el estrapalucio, con sus jechuríos mofadores. Más mesura, y un poco de jeito.

Y con el lío de los trenes, o chapuza, disculpen, que no caben por los túneles en Cantabria, los extremeños salimos al quite, diciendo que nos lo pasen a nosotros, que por no tener no tenemos ni túneles, ni amigos en Balay. Vamos a ver, milana bonita.

Enero se despidió con un pañuelo blanco en cada mano. Porque sabemos que la luz de febrero, también, pespuntea miradas, barrunta el frío, pregona su alegría, sin apenas quejarse.

Mi hermana cumple años y ríe/ La vida entre renglones/ calofríos del aire…
Lo importante es estar/ para enhebrar el tiempo…

No quiere viento San Julián, que lo que quiere buenas heláis, pero marchando el santo, las heláis están sobrando

Llama a Santo Tomás si haces un trato, pero nunca a San Donato

Sobresaliente el éxito de las Candelas de Santa Marina, en su XXXIV edición, pórtico del carnaval, fiesta popular, acogedora, divertida e integradora como ninguna, que sale adelante por la disciplina y el entusiasmo de un grupo de valientes y abnegados ciudadanos, capitaneados por Paco Crespo, y arrimando el hombro (unos más que otros, todo hay que decirlo) Tomás Almena, Jaime Olivera, J. A. Galván, Rafael Sequeda, J. M. Garófano (que es el artista que pone media vida y muchos meses de trabajo en hacer el marimanta que luego arderá en la candela) pero que ahora anda convaleciente, le deseamos pronta mejoría; por eso Rafael Sequeda remató el marimanta. Y el vate de Santa Marina, entre otros. Además de la colaboración, para disponer la hoguera, del carpintero Carlos Fernández ‘Talento’, castuerano ilustre, con la inestimable ayuda de Valentín.

Foto: Cedida
Foto: Cedida

El pregonero de este año 2023 fue Julio Macho Quintero, presidente de la comparsa ‘La Bullanguera’; y la candelera María José García Hermosa, presidenta de la comparsa ‘Los Desertores’.

La gente se arrimó a la Candela. Probó los exquisitos hornazos y los regó con un contundente vino de la tierra, que fueron repartidos con honda armonía por Pablo Cidoncha, Alonso Donoso, José Blanco y Manuel Ambrona; y Javier Paule, entusiasta, y nervioso, sin parar, para arriba y para abajo. La fiesta de las Candelas son una sola vez al año (aunque debieran de ser cuatro, como las estaciones, no del metro, ni del ave, que todavía no tenemos, ni vamos a tener).

Seguimos apuntando nombres en la libreta de las ausencias, con este lápiz de amargura e intemperie. Recibimos la fatal noticia, desde Hinojosa del Duque, de que Bernardino Montenegro, con quien tanto quisimos, se había marchado a dibujar campos de trigo, con Dios, en los lienzos de los suspiros. Persona ejemplar, un hombre bueno, amante de la familia y amigo de sus amigos. Nuestro abrazo a Teo, y a sus hijos Nano, Quique, Carlos y Mayte. Inexacta la vida. Enhebrar el tiempo, si se pudiera. Palabras enlutadas, relojes de la esperanza.

Foto: Cedida
Foto: Cedida

Los independentistas siguen a lo suyo, a formar alboroto, a despreciarnos, y con las dos manos, todo para mí. Lo mismo al cambiar las leyes vuelve hasta el huido Puigdemont, en honor de multitudes. Por el mar corren las liebres. Y nos acordamos de aquel cantar que escuchamos cuando niños: “soy la cabra montesina del monte/ monte pinar/ y el que pase de esta raya/ me lo trago de un tragar”.

Habría que valorar, mucho más, la ternura con la que cae la tarde, en el paseo de San Francisco, ahora que se viste de feria del libro antiguo.

En Extremadura, por fin, inauguramos algo; no una fábrica de Balay, porque no tenemos un amigo, ni una de baterías, pero sí un semáforo. Nos arreglaron la carretera de Cáceres-Badajoz que nos desparramó la borrasca Efraín hace 40 días, y para circular por una sola vía pusieron un semáforo; parece ser que hasta fueron a inaugurarlo las autoridades competentes. Si es que nos quejamos de vicio ¡joe!

Tenemos que seguir cerrando las puertas de Badajoz para que el arte no se escape. En la sala VS22, exposición titulada ‘A través de mi objetivo’, del fotógrafo Antonio Hernández, en la calle Virgen de la Soledad, 22, hasta el 15 de febrero.

Febrero trae escalofríos en las vengativas agujas de su reloj. En febrero ha llegado mi madre y me arrebuja refranes antiguos, y seguramente con su mirada limpia acunará risas nuevas y afectos.

Lo importante es estar.

Para enhebrar el tiempo, si se pudiera.

¡Llena otra vez, Josué, que nos vamos!

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