Enero nos llegó garallateando ilusiones, bendiciendo oportunidades una y mil veces, y reuniones de nuestras señorías, alguno que otro convertido en corroblero habitual. Ellos, en general, siguen a lo suyo, con su juego preferido, como siempre, “¿Dónde está la bolita, dónde está la bolita?
La burla no dura mucho, todo aquel que se divierte con la caída ajena mañana gatea.
Diciembre se despidió con alegrías, penas, algún sobresalto, y con sutiles miajones de confidencias.
En llegando San Flugenciu, no te dejis atrapá pol el recenciú
Hubo actividades culturales en Badajoz en carrefilera, organizadas con mucho jeito, y muy emotivas algunas de principio a fin. Esta vez no pudimos asistir por razones hospitalarias, que sería largo y cansino de explicar, pero aprovechamos la ocasión para hacer alguna solicitud/reclamación/reivindicación. En el Perpetuo todo bien: trato médico/enfermeras/personal exquisito; la comida bien (lo mejor el postre, porque otra cosa no entraba, por razones obvias); en la habitación que estuve, una manita de pintura no le vendría mal, observé que en los poyetes de madera de las ventanas algunos quisieron dejar su impronta poniendo su nombre y el de su pueblo, para la posteridad (hombre, eso no se hace), las visitas son para atender o darle ánimos al enfermo, ná más. Una sala de espera algo más grande y acogedora no vendría mal. En el antiguo Infanta (ahora Universitario) todo perfecto: la sala de espera de observación/urgencias debe mejorar, progresar adecuadamente, es muy pequeña y las visitas que se quedan por la noche deben salir fuera, a la calle (con la pelona) para ir al servicio mismamente.
Santa Benedita y Santa Benita eran primas: cuandu la una regila, la otra tirita
Y chirrió entonces la mañana, y entre tanto sobresalto y madrugadas de olvido y derrota nos llegó Guillermo, para dibujar alegrías en nuestras miradas de melancolía que se pierden en los caminos.
Llévame contigo niño,/ Que tengo herida el alma./ Y quiero enhebrar la tarde/ Con la luz de tu mirada.
Perdonen la alegría, les hablaba de actividades culturales. Siempre se avisa, cierren la puerta que se escapa el arte, en Badajoz por lo menos. Quiso diciembre arroparnos con su algarabía de colores, con su desenfadado verbo y sus maneras de entender el realismo mágico de estas entrañables fiestas.
Acudimos ‘los artistas’, como otros años, a la llamada de la incansable Ana María Cabezudo, con ‘Artistas en Navidad’, a compartir con los niños del colegio Nuestra Señora de la Soledad música, baile, canto, poesía y amistad. Vamos con emoción, en diferentes días. Se celebraron los actos en la parroquia, donde hay más espacio, y los artistas pueden manejarse con más soltura. Esta vez tampoco pude ir, porque seguía convaleciente, ni tampoco pudo acompañarme mi nieta Lola. Sí estuvieron artistas de la talla de Joaquín Muñino, ‘El Chorrero’, Sandra González, Pedro Martínez Aguilar, Javier Feijóo, Fernando Garduño, Manuel Mojedano, Clara Blázquez, Juani Grajera…

Y el sábado 21, a mediodía, en el Museo de la Ciudad de Badajoz ‘Luis de Morales’ los amigos del museo organizaron su festival de Navidad ‘Los poetas cantan a la Navidad’, en su decimoctava edición. Estuvo presente el concejal de Cultura, José Antonio Casablanca. Un cartel de lujo, variopinto y jaranero, con el Coro Rociero Azabache y Mari Carmen Torrado (no pudo estar por problemas de salud, le deseamos una pronta recuperación) al canto. Y a la poesía, Clara Blázquez, Julita de la Cruz, Maribel Bazaga, Elena García, Aurora Delgado Morrón, María José González, Juan Calderón, Antonia Marcelo, Ferrera Boza, J. C. Carlos Corbacho, J. M. Sito Lerate y Fernando Garduño. Servidor no pudo intervenir, por un percance de salud de última hora (como ya quedó dicho más arriba).

Mi madre hubiera cumplido el día de Navidad 95 años. Desde donde quiera que esté seguirá enhebrando afectos, recitando refranes, y garabateando, como siempre, el sol y la risa en mañanas de canela y lumbre.
Seguimos apuntando nombres en la libreta de las ausencias. El 7 de diciembre nos llegó la mala noticia, Miguel Ángel Dávila ha muerto, nos lo decía en un ‘guasap’ el periodista y paisano Eloy López Sánchez. Seguramente se fue a sembrar campos de risa, abrazos nuevos y mil te quiero.

Y el día 26 de diciembre, Antonio Serrano Ordoñez, Un hombre bueno, ejemplar, cabal, generoso, amante de su familia y amigo de sus amigos. Palabras de ánimo para Isabel Carrillo, para David y Alba.

Me sentaré contigo/ para escuchar la lluvia.
Y el 2 de enero, recién estrenado el año nuevo, despedimos a nuestra tía Cándida Carrillo Muñoz en Torrejón de Ardoz. Se fue quedando dormida con el sol de enero la última representante de una generación valiente y luchadora, descendiente de Plácido Carrillo, ‘Machaco, el del Tejar’, y de Josefa Muñoz Montero (madre coraje de 14 hijos). En menos de un año se fueron las tres hermanas: Cipriana, María, y unos años antes se había marchado el mayor, Antonio Carrillo ‘Machaquito’. Palabras de consuelo para Arancha y Valentina.
Mil lagrimas resbalan/ cuando escribo tu nombre.
Los extremeños sí que tenemos calma; seguimos pidiendo a los Reyes Magos mejores comunicaciones, autovía Cáceres-Badajoz, un tren digno, un Guadiana limpio, etc. El sábado 18 de enero unas 12.000 personas gritaron “Almaraz no se cierra” y sí al futuro. Ya veremos si conseguimos que siga abierta más allá de 2028, sin que haya otras alternativas para esa comarca.
Ustedes ya saben, la cantinela de siempre, y nuestras señorías unos días diciendo amnistía y condonación de deuda, y donde dije digo, digo Diego. Un gobierno progresista, y multicolor. Seguimos el mismo camino, la noche nos confunde. En el Congreso siguen diciendo palabras gruesas y afiladas. Habría que darles un repaso con garbosa urgencia.
Echamos de menos el Club de lectura del Centro de Mayores de Santa Marina, que coordinaba María Muñoz Bigeriego con mucho jeito y gran entusiasmo, y que lograba llenar el salón de actos la mayoría de las veces. Por allí pasaron autores/conferenciantes de cierto renombre, como el doctor Campillo, el profesor Manuel Pecellín, José Manuel Sito, Clara Blázquez y un largo etcétera. Sería bueno que este tipo de actividades culturales volvieran de nuevo. Por el bien de la ciudad y de la cultura.

En un hilo de luz/ voy cosiendo las sombras.
Cómo aprieta la vida.
– ¡Llena otra vez, Josué, que nos vamos!