Logo revista Grada
Buscar

‘Soldados y padres’. Dionisio López

'Soldados y padres'. Dionisio López
Léeme en 3 minutos

“Sé que una noche amoratada, te creció un fusil entre las manos.
Fue como una primavera de fusiles nacida a borbotones entre un brillo nervioso de cigarros. ¿Recuerdas?
Y tú, con zapatos sucios de miedo y de tristeza, te marchaste a pisar aquella España llena de sangre y de inmisericordia.”

Estos versos del poeta Julio Llamazares (autor de ‘Memoria de la nieve’ y de ‘La lluvia amarilla’) ejemplifican bien algunas de las ideas de este interesantísimo ensayo, ‘Soldados y padres. De guerra, memoria y poesía’ (Fundación José Manuel Lara, 2021) que ganó el último Premio Manuel Alvar a Estudios Humanísticos: la participación repentina y casual de aquella generación que se vio sumergida brusca e inesperadamente en la Guerra Civil española. Jóvenes cuyos proyectos de vida se vieron alterados radicalmente y que tuvieron que rehacerse partiendo de aquellas vivencias.

Pero lo original y la genialidad del ensayo radica en que todos ellos fueron, con el tiempo, padres de relevantes poetas (Joan Margarit, Jane Durán, Jorge Urrutia, Jacobo Corines, Miguel d’Ors, Pere Rovira, Andrés Trapiello, Antonio Jimñenez Millán y Lulio Llamazares) y es, precisamente, a través de los versos de los hijos como reconstruimos la experiencia bélica de los padres.

“Dentro de cada silencio hay otro
y otro, cada uno más completo,
los que quedaron atrás
en los chopos donde aún recuerdan al pueblo.”
(Jane Durán)

Pero claro, este ensayo no se podía quedar únicamente en las repercusiones individuales o sociales de la guerra; muy al contrario, se sumerge de lleno en uno de los asuntos más clásicos e inagotables de la Historia del Arte, las relaciones entre padres e hijos.

Por medio de los textos poéticos vemos cómo los poetas tratan de reconstruir los espacios biográficos y mentales de sus padres; tratan, en definitiva, de comprender y de conocer al hombre al que supuesta o teóricamente más deberíamos parecernos, quien más semejante es a nosotros pero que, mayoritariamente, es un extraño.

“De la guerra quedó el viejo capote
de un desertor encima de mi cama.
En la noche sentía el tacto áspero
de aquellos años, que no fueron
los más felices de mi vida.
Sin embargo, el pasado acaba siendo
fraternidad de lobos y nostalgia.
(…)
Las lágrimas a veces se deslizan
tras el cristal oscuro de mis gafas.
La vida es un capote de desertor.”
(Joan Margarit)

Conforme avanza el ensayo vamos conociendo más biografías y más textos poéticos sobre ellas, vamos revelando esa necesidad de cada uno, en este caso de los poetas, de construir o, quizás, de descubrir su propia identidad (¿la identidad de construye o se descubre?) y para ello se hace fundamental acercarse, conocer y, finalmente, comprender al padre y, en algunos casos, de perdonarlo.

Estos poetas son hijos de padres que tomaron partido, más o menos obligados, en una fratricida guerra y, desde el desconcierto, el hijo trata de comprender a su padre. Y para ello utiliza la herramienta poética.

“Me resulta difícil
mirar fotografías más antiguas,
pensarte en aquel tiempo de violencia,
el otoño durísimo en el frente
de Alcalá la Real.
Seguiste obedeciendo órdenes,
disimulando el miedo
en aquellos camiones que os llevaron
por caminos de grava a las trincheras,
a las plazas de aldeas miserables,
ateridas de espanto.”
(Antonio Jiménez Millán)

Un ensayo apasionante, iluminador, que nos adentra nuevamente en el hecho social más transcendental de nuestra historia reciente y que lo une a uno de los ejes troncales en todos nosotros, la relación paternofilial. Es decir, lo social y lo individual unido y analizado por medio de la mirada y la voz poética.

“De negros pozos sube un vaho fétido.
El sabor de la sopa en cada lengua
como una comunión sacrílega. Resuelve
los estómagos sucios. A esto sabe
el rencor de los otros y la sangre
perdida. El sabor de la denuncia.
Es el sabor del miedo y de la derrota.”
(Leopoldo de Luis)

ENTRADAS RELACIONADAS

Frente a esos poetas que defienden la obra coherente, orgánica, única… toda su obra como un todo -en constante reconstrucción-,...
‘Mi padre cuenta monedas’, de Angélica Morales “Hay infancias de usar y tirar, de enterrar bajo la lengua sedienta de...
Ya en el 2004 Álvaro Valverde abre ‘Lejos de aquí’ con una cita reveladora de Wislawa Szymborska: “No me gusta...
Después de meses de lecturas semiobligadas, empiezo a despejar las columnas de libros que, como un bosque de estalagmitas, ha...
Con paso firme, pero delicado, avanza la obra de Rosa Berbel. Su segundo poemario, Los planetas fantasma, aparece de manera...
En abril de 2002 yo estaba terminando la carrera de Filología en Salamanca, gracias a la recién creada Beca Séneca....

LO MÁS LEÍDO