Agosto se despide con sus reflejos inquebrantables e inquisitoriales, con sus fogueos y su trifulca. Nos entretuvieron con el caso Rubiales, el beso, ay el beso, para desviarnos la atención de otros asuntos más importantes; por ejemplo, de los pactos que estarán haciendo con los separatistas, los bilduetarras, y con el huido de la justicia Puigdemont, que será el que decida quién gobierna España.
Nos alegramos por esas campeonas del mundo, entre ellas está Irene Guerrero, muy arraigada a Casas de Reina; lo repite y se alegra su alcalde y buen poeta Fernando Gallego Castaño. Qué alegría ver tantas banderas de España y gritar “¡Viva España!”.
Felicitarnos por las medallas de oro del llerenense Álvaro Martín. Y otra de piragüismo de la emeritense Estefanía Fernández. Extremadura, con su escaso millón de habitantes, tiene más medallas que Cataluña, un poner. Y seguiremos sin autovía Cáceres-Badajoz; sin tren digno, cuidado que ya hace 35 años que nos prometieron un tren rápido de Madrid a Badajoz (ay la hemeroteca, en el 86 fue cuando lo anunciaron, a bombo y platillo). Y nuestro Guadiana hecho unos zorros, da pena pasear cerca de él. Hay que tomar medidas urgentes, otra manifestación, hágase con jeito.
En este agosto que nos despabila alegrías acudimos un año más a la visita guiada nocturna de Barcarrota, en su novena edición ya. Más de 600 personas asistieron a las cinco escenas de la obra de teatro que se representó en diferentes lugares emblemáticos de la localidad. Un botón como muestra del éxito de estas visitas nocturnas, las entradas se acabaron a las 48 horas de ponerlas a la venta. La obra que se escenificó, ‘La rueda del poder’, trata la esclavitud y diversos acontecimientos vividos a principios del siglo XVI. Más de 50 actores no profesionales, 30 del grupo infantil de la biblioteca, la coral barcarroteña y el coro La Alberca recrearon y cantaron unos acontecimientos que ocurrieron en aquel siglo en Villanueva de Barcarrota, que entonces era fronteriza con el reino de Portugal. Todo fue bajo la dirección de Juanma González, director de la Biblioteca y de las anteriores ediciones. Un éxito rotundo, y ya se preparan para la décima edición.
Se nos fue Joaquín Beltrán por las esquinas del aire, por los juncos del rio; un hombre bueno, sabio, generoso, cabal y coherente. A comienzos de este mes de agosto que suspira lágrimas y dibuja olvidos. Quién nos lo iba a decir cuando dos semanas antes le preguntaba “¿Qué tal estás?”, y me respondió “Voy mejorando, ¿Y tú?”.
Tan especial como era, tan digno, siempre navegando versos desnudos. Artista por los cuatro costados, pintaba, escribía, dirigía teatro, daba clases de esto y lo otro, todavía le sobraba tiempo para estar pendientes de las cofradías y ensalzar la Semana Santa de San Vicente de Alcántara y las fiestas del Corpus.
Se nos van los mejores. Extremadura y San Vicente pierden a un hombre que trabajaba por la cultura con mayúsculas. Nos quedan sus obras, sus pinturas, sus libros.
Veremos amanecer, y seguirán los pájaros cantando, como decía Juan Ramón.
Al final con esta matraca de Rubiales y el beso, aunque este sujeto ya era un personaje para enmarcar desde hace mucho tiempo, era el hombre abominable de los trenes sin destino, como el de Extremadura, que no nos sirve ni para suicidarnos. Digo, que al final sacarán coplas que se cantarán en cualquier ferreona que se precie en cien leguas a la redonda.
El viernes 18 fue una noche cargada de emociones. En la Casa de Cultura de Puebla de la Reina fue presentado el libro ‘Plaza Alta. 100 artículos de Hoy’ del columnista y escritor Plácido Ramírez. En el acto, que coordinó y presentó el profesor Pedro Romero, además del autor, intervinieron la cantaora Mari Carmen Torrado, el guitarrista José Manuel Trejo y el pintor Pedro Castaño, que pintó durante el acto un cuadro, plasmó en el lienzo un lugar emblemático de la localidad, como es el popular pozo Cagancha. Los beneficios del libro y del cuadro van destinados a Afaex Alzheimer. Un directivo de esta asociación, Ramón Hernández, estaba presente, y agradeció a los asistentes su apoyo. Estuvo presente la concejala de Cultura, Miriam Balas.
Leyeron artículos del libro y dijeron algunas palabras la concejal Remedios Villar, Eloy López Sánchez y Moreno el Mayor. Gracias al Ayuntamiento por ceder la Casa de la Cultura y el equipo, y a J.M. Valdeón, que estuvo pendiente del equipo y de las necesidades técnicas. Al final se firmaron libros y hubo una convivencia y un refresco/aperitivo sufragado por algunos amigos. Gracias al público que llenó la sala, y aguantó las casi dos horas de espectáculo.
En este agosto que se despide jaranero, despistado y afilando promesas nuevas, seguimos ordenando y atando las palabras esenciales, afectos, agua, gazpacho con poleo, sopa de tomate con pimientos e higos, padre, madre (que se me fue reciente y no puedo olvidarla), pegar botones y zurcir (como mi madre lo hacía, nadie).
Se van los emigrantes con el corazón en un puño, gritando. A sus lugares de origen, donde un día se fueron porque no les quedó más remedio, para morder el pan que se les negó tantas veces. Compartirán con los suyos dolores, tristeza, angustias y alegrías.
Mejor no miramos las fotos de los distintos veranos, porque allí es donde vemos que el tiempo pasa deprisa. Y más si recordamos las canciones del verano, “Eva María se fue buscando el sol de la playa, con su maleta de piel y su bikini de rayas…”.
Es verdad que agosto aquieta la mirada y nos despabila la alegría.
– ¡Llena otra vez, Josué, que nos vamos!
