Avanza noviembre, que con su desmemoria nos desordena los caminos y nos quiebra el desaliento. Noviembre nos muerde la prisa.

El otoño en Badajoz es un lienzo en blanco, a punto de coger carrerilla. Noviembre es una voz sin tiempo, que por las noches se viste de niebla.

Despedimos octubre desde este empampajanado balcón de la humildad, echando el reloj para atrás, y este escurrido cuerpo para adelante. Una manzana y un yogur, escuálida receta para la cena que me manda mi médico, para bajar parámetros en la analítica. Seguro que así entraré a formar parte del selecto grupo de los ricos de Santa Marina, que es el barrio en el que más hay, eso sí, más delgado.

Se nos fue Carmen Gil, nuestra vecinita de enfrente, seguro que en el cielo que se encuentre nos hace un guiño de ternura, nos marca el paso, nos mide el tiempo, nos protege con su risa nueva. Tan recogidita, tan calladina, exclamará sus frases tan amables “qué niña más linda”. Cruzará las mañanas de noviembre para medir la distancia de los afectos, para consolar la pena de José, y de sus hijos María del Carmen y José, y que no caminen a solas. Sumará los azogues de la tarde.

En el Parque de Castelar apagamos las dos velas de la niña Paula, la que no habla, pero lo entiende todo. En tu cara niña mía/ Asoma la luz del alba/ Con tu risa de lluvia/ Alegría de guitarra.

Disfrutamos de un recital en las Casas Mudéjares, lugar mágico y emblemático. Poetas con distintos registros pero misma sensibilidad. Un público entregado y exigente supo apreciar la entrega, el jeito de los autores, en tarde desapacible.

Nos manifestamos, por fin, por un Guadiana limpio de nenúfar y residuos contaminantes. Casi mil personas caminaron desde la Delegación del Gobierno hasta la Confederación. Tantas como celebraban Halloween en Menacho, vayan por Dios. Seguiremos movilizándonos, por el Guadiana, claro; a ‘jalogüin’ que le den, somos de chaquetía. Habrá que seguir luchando, nuestro rio nos llama a voces.

Trae de la mano, noviembre, la tiza de emborronar nombres en la pizarra de la vida. La misma tiza que se utilizaba en los comercios y en las tabernas; se sumaba, o se apuntaban las deudas. Aquel borracho que le dijo al tabernero:

—Apúntamelo.
—Aquí no se apunta. -Le respondió-.
—Pues buena memoria tienes que tener.

Nuestras señorías, cuando hablan, sube el pan, y la luz, el gas, la gasolina, los productos básicos, y además nos recomiendan una lista de la compra de 30 productos, o que no comamos carne en cuatro días; cada uno con su dinero hará lo que le plazca.

Actividades culturales en carrefilera. El 4 agilamos pa´ San Vicente de Alcántara, a presentar ‘Luz para un Paisaje’ junto al alcalde, Andrés Hernáiz de Sixte; el concejal de cultura, David Cuño; y el escritor sanvicenteño Jesús Carnerero. También leyeron poemas del libro Lola Ramírez y Nati Matilla. Al final, Leonardo Dantés cantó dos canciones, y Ramón Hernández, directivo de Afaex (los beneficios eran para esta asociación) dirigió unas palabras de agradecimiento. Estuvo presente la directora Alba Hueros. Lleno total, con un público exigente y atento. Perfecta organización. Abrazamos a muchos amigos (ahora que se puede).

La Asociación de Vecinos de Santa Marina programa su XXIII Otoño Literario. Será el 10 con J.R. Alonso de la Torre, columnista del periódico Hoy y su conferencia ‘Un viaje por la Raya. De Ayamonte a Caminha pasando por Badajoz’. Esta asociación retoma algunas de sus actividades culturales después de dos años de parón por las medidas Covid.

Y hablando de Portugal, el día 2 acompañé al fotógrafo pacense José María Ballester a Elvas y Vila Boim. Está realizando un trabajo para un posible libro, sobre el abandono del campo extremeño y alentejano, fotografiando cortijos, casas y quintas abandonadas. Primero visitamos la sinagoga de Elvas, recién restaurada, se la recomiendo. Luego nos desplazamos hasta Vila Boim, donde aparte de fotografiar una quinta de 1911 hablamos en ‘portuñol’ con Antonio, que vive en la casa de cantoneiros, empezó con 22 años y tiene 84, y allí sigue. Estas edificaciones las mantiene el Gobierno, son patrimonio nacional. Igual que aquí.

Estamos ensayando en el Ateneo la obra de teatro ‘Nana debajo de la cama’, con José Manuel Trejo a la guitarra, Maribel Bazaga y un servidor hacemos la parte lírica, y bajo la dirección de Maribel Jiménez. Se estrena el 3 de diciembre.

Hagan preguntas breves, difíciles o fáciles, y suspiradas, “Alexa, ¿cuánto nos mienten nuestros políticos?”. Se trastabilla la máquina, chisporrotea, y saltan los plomos.

Siguen llegando libros, además de los recibos de la comunidad, de los impuestos, y las normas nuevas sobre el ahorro de gas y electricidad. Dicen, ya veremos, de momento llegaron tres recibos seguidos, casi 900 euros. ¿Con qué comemos, señoría?

Uno de ellos, ‘Alfa Veto’, de Jonás Sánchez Pedrero, escritor y bibliotecario en Hervás. Un libro simpático, escrito con talento. Hace que las 27 letras tomen la palabra. En “La Pe. Dice… la pe bebe cerveza y camina con las manos en la espalda. La Pe escupe al hablar como hacen los sevillanos cuando comen pescaíto…”.

Se lo recomiendo.

Estamos a un tiro de balín de la Navidad, o de que se enciendan las luces. A más de uno y más de dos habría que ponerle luces, al menos de posición. Para no perder la calma.

Abróchese, amigo lector, la impaciencia, porque se avecinan tiempos difíciles. Parece que los que nos gobiernan juegan a piedra, papel y tijera, y nos invitan a encontrar las siete diferencias. Iremos templando los ánimos por si acaso, no caben más postureos de nuestros políticos, ni uno más.

Ponle a la vida coraje, joven.

Noviembre es una voz sin tiempo, que por las noches se viste de niebla

¡Llena otra vez, Josué, que nos vamos!